El rey Carlos III de Inglaterra advirtió que la seguridad de Europa está bajo amenaza por la invasión rusa en Ucrania, en un discurso en el parlamento de Alemania, en el segundo día de su visita a ese país.
"La seguridad de Europa y nuestros valores democráticos están bajo amenaza", declaró el monarca en un discurso de 30 minutos en el Bundestag, en el que habló mayoritariamente en alemán.
Subrayando el "importante papel" de su país y Alemania en el apoyo a Kiev, especialmente en el plano militar, aplaudió la entrega de armamento pesado por parte de Alemania, país declaradamente pacifista tras los horrores del nazismo que dudó mucho tiempo en dar el paso.
"La decisión de Alemania (...) es valiente, importante y bienvenida", consideró.
"Estamos conmocionados por la terrible destrucción [en Ucrania]. Pero el mundo no se quedó de brazos cruzados (...) podemos sacar valor de nuestra unidad", subrayó el soberano.
Carlos III realiza en Alemania su primer viaje al extranjero como rey, una decisión percibida como un fuerte mensaje sobre la voluntad del Reino Unido de mantener estrechos vínculos con el resto de Europa a pesar del Brexit.
En un principio estaba previsto que el monarca visitara Francia antes de ir a Alemania, pero el viaje se canceló debido a las manifestaciones contra una impopular reforma de las pensiones que sacuden a ese país.
El miércoles por la noche, en una cena organizada en su honor por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en el palacio berlinés de Bellevue, Carlos III prometió hacer "todo lo posible" en su reinado para reforzar los lazos entre los dos países.
El discurso de Carlos III fue uno de los momentos destacados de la visita ya que hasta ahora ningún monarca había hablado en este recinto parlamentario.
Antes fue recibido por el jefe de gobierno, Olaf Scholz, y la alcaldesa de Berlín, Franziska Giffey.
La pareja real también disfrutó de un paseo por un mercado de Berlín, donde saludaron a varios ciudadanos.
Después del Bundestag, Carlos III tiene previsto visitar un centro de acogida de refugiados ucranianos, reunirse con un batallón germano-británico y desplazarse a un "ecopueblo" en Brodowin, a una hora de Berlín.
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El miércoles, el monarca y la reina consorte Camila fueron acogidos en la Puerta de Brandeburgo por una multitud de alemanes.
Después de horas de espera, cientos de seguidores de la familia Windsor o simples curiosos pudieron ver de cerca a la pareja real, que estrechó la mano de muchos de ellos e incluso mantuvo pequeñas charlas con algunos.
En la célebre avenida Unter den Linden se colocaron banderas británicas en honor a esta visita que supone una ocasión solemne para celebrar la relación de amistad entre los dos países.
El viernes, en el último día de su viaje, el rey se trasladará a la ciudad portuaria de Hamburgo, donde visitará un proyecto de energía renovable.
El jefe de Estado alemán, Steinmeier, saludó de su parte la visita de Carlos III como "un importante gesto europeo", justo seis años después de que Londres activara el mecanismo para abandonar la Unión Europea.
Aunque calificó esa fecha de "un día triste", Steinmeier se dijo aliviado por contemplar que los vínculos entre Reino Unido y Alemania seguían siendo sólidos a pesar del Brexit.
"Hoy, seis años después de que el Reino Unido comenzara a abandonar la Unión Europea, abrimos un nuevo capítulo en nuestra relación", dijo Steinmeier en su discurso de bienvenida en el palacio de Bellevue.
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mcc