Jerusalén.— El Tribunal Supremo israelí anunció ayer la invalidación de una disposición clave de la controvertida reforma judicial impulsada por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
La medida invalidada preveía privar al Poder Judicial del derecho a decidir sobre la “razonabilidad” de las decisiones del gobierno o de la Knéset, el Parlamento israelí.
Ocho de los 15 jueces del tribunal votaron a favor de invalidar la norma, indicó el Ministerio israelí de Justicia en un comunicado. Tras la decisión de la Corte, el ministro de Justicia, Yariv Levin, acusó al tribunal de “apropiarse todos los poderes”. El partido de Netanyahu, el Likud, fustigó por su parte el calendario de esta decisión. Es “lamentable que la Corte Suprema haya decidido publicar su veredicto sobre un debate social en Israel mientras soldados de derecha e izquierda combaten y arriesgan sus vidas” en Gaza.
“La decisión de la Corte es contraria a la voluntad del pueblo de unidad, sobre todo en periodo de guerra”, añadió el partido nacionalista. La reforma judicial fue anunciada en enero y desencadenó un amplio movimiento de protestas, uno de los más importantes en la historia de Israel.
Según el gobierno de coalición, que reúne a partidos de derecha, extrema derecha y formaciones ultraortodoxas, la norma, al reforzar el poder de los diputados sobre el de los magistrados, busca corregir un supuesto desequilibrio. Los detractores de la reforma, en cambio, acusan a Netanyahu, juzgado por corrupción, de querer usar la reforma para suavizar una eventual condena en su contra, lo que el político niega.
Mientras, miles de soldados israelíes están siendo trasladados fuera de la Franja de Gaza, declaró el ejército, en la primera reducción significativa de tropas desde que comenzó la guerra, a la vez que las fuerzas continuaban atacando en el sur.
Mientras, los rebeles yemeníes lanzaron dos misiles de crucero contra un acorazado estadounidense en el mar Rojo.