Washington.— Kamala Harris será formalmente designada como candidata demócrata para las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, en las que se enfrentará al republicano Donald Trump, al término de un proceso en línea que inició ayer.
Menos de dos semanas después de la retirada de la candidatura de Joe Biden para un segundo mandato, miles de delegados del partido comenzaron por la mañana a elegir a la vicepresidenta Harris como su sustituta oficial.
La conclusión de este proceso no deja lugar a dudas, en función de que Harris es la única candidata en el partido.
Habitualmente, la investidura oficial del candidato se lleva a cabo en persona en una convención del partido, programada este año en Chicago del 19 al 22 de agosto; sin embargo, debido a requisitos de procedimiento, los demócratas decidieron anticipar esta votación en línea.
Una metodología poco común, y una rareza más de este proceso electoral, pero que debería ser similar a la que se usó excepcionalmente en 2020, durante la pandemia de Covid-19.
Está previsto que la votación finalice el lunes por la noche. El Partido Demócrata no ha detallado cómo se podrá monitorear el acto en el día a día y cómo se anunciarán sus resultados.
Hasta hace poco, gran parte de los más de 3 mil 900 demócratas convencionales no tenían otra opción que nominar a Biden, vencedor de las primarias organizadas a principios del año.
Pero se vieron liberados de esta limitación luego de que el actual presidente tirara la toalla debido a crecientes preocupaciones de su propio electorado sobre su edad y su estado de salud. Harris, de 59 años, surgió rápidamente como la única sustituta posible, acumulando apoyo entre los responsables del partido y cosechando en las encuestas mejores resultados que el actual mandatario.
“Nuestro partido enfrentó este momento sin precedentes con un proceso transparente, democrático y ordenado para unirnos detrás de una candidata probada que nos liderará en la lucha que tenemos por delante”, declaró Jaime Harrison, presidente del partido.
A menos de 100 días de las elecciones, el republicano Donald Trump intensificó sus ataques contra Harris, llegando incluso a acusarla el miércoles de resaltar su condición de negra por motivos electorales.
Ayer mismo, el candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance, calificó a Harris de “zar fronteriza” fracasada y la culpó de la crisis migratoria.
Desde una sección del muro fronterizo en el condado de Cochise, en Arizona, el senador por Ohio aseguró que Harris se ha desempeñado como “zar de la frontera”; sin embargo no ha escuchado a las personas afectadas por la crisis migratoria, ni tampoco dado los recursos y los medios a los agentes fronterizos para que hagan su trabajo.
La Casa Blanca ha salido a desmentir en varias ocasiones que la vicepresidenta haya sido nombrada oficialmente como “zar de la frontera”, y ha aclarado que su trabajo se ha limitado al aspecto diplomático en el tema migratorio.
Vance ignoró varias veces al actual presidente estadounidense al referirse a la administración de Joe Biden como la “administración Harris”, y achacó, sin pruebas, a la vicepresidenta las órdenes de detener las deportaciones y la construcción del muro fronterizo.