Berlín.— La canciller alemana Angela Merkel rechazó ayer que esté perdiendo influencia en el mundo tras el anuncio de su progresiva retirada política, al tiempo que se inició en Alemania la carrera para ocupar su lugar.
“No creo que ello [el anuncio sobre su retiro de la política en 2021] cambie la influencia en las negociaciones internacionales. Al contrario, tendré incluso más tiempo para concentrarme en las tareas de jefa de gobierno”, declaró la canciller en Berlín, ayer durante una conferencia de prensa.
En el poder desde hace 13 años, Merkel —quien sufrió el domingo un nuevo revés electoral regional— anunció el lunes que su actual mandato de canciller de Alemania “será el último”. Además, dijo que renunciará en diciembre a la presidencia de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que dirige desde hace 18 años.
Pese a las afirmaciones de la canciller, muchos temen que se debilite tanto en el ámbito interno como en el internacional.
“El rol de dirigente de Merkel en la Unión Europea podría ahora ser cosa del pasado”, consideró Lüder Gerken, analista del Centro de política europea (CEP), un instituto alemán.
Además, hay dudas sobre la capacidad de Merkel —récord de longevidad en el poder en Europa occidental— para poder mantenerse tres años más en el cargo de jefa de gobierno, hasta el final de su mandato, en 2021.
Su popularidad no ha parado de caer desde su decisión de abrir la frontera de su país a más de un millón de refugiados en 2015 y 2016,
Inicia la carrera por la sucesión. En tanto, los primeros candidatos ya se han declarado a nivel interno para suceder a Merkel en la presidencia de la CDU, considerado un paso previo hacia la Cancillería.
Entre ellos figuran la secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, cercana a la canciller y a quien muchos consideran como su sucesora natural, y el ministro de Salud, Jens Spahn.
A ellos se puede sumar el dirigente de la región de Renania Westfalia del Norte, Armin Laschet.
Otro que ya levantó la mano es Friedrich Merz, ex jefe del grupo conservador en el Parlamento alemán, rival interno declarado de Merkel y actualmente sin cargos en sus estructuras.
Merz anunció ayer que presentará su candidatura en el congreso de la CDU, que se celebrará del 7 al 8 de diciembre en Hamburgo y que deberá elegir a su nuevo dirigente.
Merz, de 62 años, lideró el grupo parlamentario entre 2000 y 2002, entonces desde la posición de jefe de la oposición, pero quedó relegado a un segundo plano cuando Merkel asumió ese puesto, lo que cimentó su rivalidad personal y política.
Annegret Kramp-Karrenbauer, conocida como AKK, es la favorita según la prensa, y considerada delfín de Merkel. Ambas mujeres comparten la misma línea política, más bien centrista.
En cambio, el ambicioso Jens Spahn, de 38 años, favorable a un giro derechista, es considerado como el “jefe de la oposición interna” o la “estrella polémica de la CDU”.
En todo caso, para uno de los caciqueas de la CDU, el ministro-presidente de Sajonia, Michael Kretschmer, el anuncio de salida de Merkel abre la “oportunidad de un nuevo comienzo” para el partido.