Quito.— Miles de indígenas y estudiantes ecuatorianos intensificaron las protestas contra el gobierno del presidente Guillermo Lasso, que ya duran una semana, en las que reclaman reducir el precio del combustible.
Las caravanas se produjeron tras la breve encarcelación del líder aborigen Leonidas Iza, quien enfrentará juicio por paralizar el transporte público con el bloqueo de vías durante las marchas.
Durante las movilizaciones, una persona perdió la vida al caer a un barranco en su intento por llegar a Quito. La muerte fue denunciada por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos y confirmada por la policía nacional, aunque, según versiones, fueron tres manifestantes quienes cayeron a la quebrada, pero sólo uno murió.
De acuerdo con las organizaciones de derechos, la mortal caída se produjo la madrugada del lunes en el noreste de Quito, cuando un contingente policial trató de frenar con gases lacrimógenos el avance a la capital de un grupo de manifestantes.
Además de este fallecimiento, la alianza denunció que en esta primera semana de movilizaciones se han registrado 61 personas heridas, cinco de ellas con daños oculares y 18 con lesiones graves, de las que responsabilizó directamente al Estado ecuatoriano.
Mientras, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, afirmó que las manifestaciones tuvieron actos de violencia con las fuerzas de seguridad que dejaron 61 agentes heridos hasta ahora, así como 14 policías temporalmente retenidos por manifestantes.
La alianza reportó 86 detenciones, entre ellas la del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, quien expresó que el gobierno no ofrece garantías para un diálogo.
“Tenemos las puertas abiertas al diálogo, pero no cederemos ante grupos violentos que pretenden imponer sus reglas”, escribió en Twitter el presidente conservador Guillermo Lasso, quien lleva un año en el poder.
“Las agendas de protesta de los diferentes grupos sociales son legítimas, pero no pueden darse a base de engaños y búsqueda de violencia”, añadió.
El canciller ecuatoriano Juan Carlos Holguín coincidió con Lasso sobre la legitimidad de las protestas y convocó a fijar mesas de diálogo encaminadas a resolver las demandas.
En una entrevista con AP, señaló que los inconformes están “en su derecho a la protesta, a la resistencia y hay que entender que esa movilización tiene que ser atendida mientras sea una movilización en paz”.
Con todo, indígenas lograron instalarse en Quito tras ingresar por varios puntos a través de la carretera Panamericana.