Bruselas.— Las agencias independientes creadas para vigilar la actuación del Estado y contener la predominancia del jefe del Ejecutivo, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), son cruciales para la democracia en México, afirma Transparencia Internacional.
En comunicación por escrito con EL UNIVERSAL, la organización con sede en Berlín y oficinas en México, destaca que los organismos reguladores independientes como el Inai supervisan mucho más que el Poder Ejecutivo.
Asegura que son responsables de garantizar los derechos constitucionales de los tres poderes y niveles de gobierno, federal, estatal y municipal. Por lo que sería una apuesta errónea y anticonstitucional concretar la idea de que estos organismos reguladores independientes pueden operar desde alguna secretaría como sugiere el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El Ministerio o Secretaría es un delegado del poder presidencial. No es independiente y la fiscalización de otras ramas del poder sería inconstitucional”. Reconoce que la transformación del Inai ha sido una demanda permanente de los grupos cívicos, pero como parte del deber moral a exigir más del gobierno y de las agencias autónomas. “Su existencia e independencia es crucial para la democracia mexicana. Regresar a un régimen hiperpresidencialista simplemente no es una opción (...) Damos la bienvenida a una conversación pública y abierta sobre cómo mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en México. Pero, después de la experiencia de Ucrania, Rusia, Turquía y varios países latinoamericanos, esto no parece una conversación sobre eficiencia o austeridad, sino sobre concentración de poder”.
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La ausencia de instituciones que garantizan la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información, han permitido al presidente ruso Vladimir Putin emprender reformas dirigidas a perpetuarse en el poder, al menos hasta el 2036, y garantizar que no podrá ser procesado por ningún tipo de delito tras dejar el cargo. En Ankara, Recep Tayyip Erdogan, quien gobierna desde 2003, primero como premier y desde 2014 como presidente, al paso de los años ha logrado concentrar todos los poderes ejecutivos.
“México ha estado luchando contra el hiperpresidencialismo desde finales del siglo XIX. Durante la reforma política de principios del siglo XXI se crearon un conjunto de organismos técnicos independientes para reducir la concentración de poder en el presidente y crear un servicio profesional que no dependiera de la voluntad o el favor presidencial (...) Su objetivo es regular los sectores económicos, promover la competencia y controlar un gobierno extremadamente politizado”.
Para Transparencia Internacional, la corrupción y la impunidad son dos caras de la misma moneda que han terminado en epidemia en México. Señala que a partir de 2000, México creó organismos y herramientas de combate al fenómeno. “El sistema de acceso a la información de México está clasificado a nivel mundial entre los tres principales sistemas del mundo (...) Pero la transparencia no es suficiente. Un sistema anticorrupción eficaz requiere sanciones, recuperación de activos robados y, en términos generales, justicia”.
La agencia recuerda que el presidente López Obrador fue electo en 2018 con un mandato claro: poner fin a la corrupción en México. “A pesar del esfuerzo inicial, no se ha desmantelado ninguna red importante de corrupción y no se ha llevado ante los tribunales a ninguna figura política relevante, incluyendo de su propio gobierno (...) Hasta este momento su discurso político ha sido la herramienta más poderosa”.
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Señala que el apoyo ciudadano sigue presente. Llas investigaciones de Transparencia Internacional muestran que en los últimos dos años ha sido más efectiva la justicia estadounidense, que la nacional, en los casos de corrupción en México.