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Ankara.— La desaparición de un periodista saudí en Estambul está generando un conflicto entre Turquía y Arabia Saudita.
Jamal Khashoggi, de 59 años, periodista crítico del gobierno de Riad y colaborador del diario The Washington Post, desapareció el martes 2 de octubre tras asistir al consulado saudita en Estambul para hacer trámites administrativos por su matrimonio.
Posteriormente circularon versiones de que habría sido asesinado dentro del edificio por agentes del gobierno saudita, versión que fue negada por las autoridades de Riad, las cuales insisten en que el periodista salió del consulado.
Ayer, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, retó a las autoridades sauditas a “probar” con imágenes que Khashoggi salió con vida del consulado.
“Los responsables del consulado no pueden salir del paso diciendo que salió del consulado, las autoridades competentes deben probarlo”, declaró Erdogan, y agregó que se investigan “las idas y venidas del aeropuerto” de un grupo Arabia Saudita, que coincide con la desaparición.
En Washington, el presidente Donald Trump dijo ayer estar “preocupado” por la desaparición de Khashoggi.
Investigan asesinato de periodista búlgara. La policía de Bulgaria investiga la violación y asesinato de una reportera cuyo cadáver fue hallado cerca del río Danubio, luego de que revelara sobre una posible malversación de fondos de la Unión Europea en Bulgaria.
El cuerpo de Viktoria Marinova, de 30 años, fue encontrado el sábado cerca de la frontera con Rumania.
El ministro del Interior Mladen Marinov dijo que no había evidencias que vincularan el trabajo de Marinova con el asesinato. “Sólo se trata de violación y homicidio”, dijo.
Organizaciones de periodistas exigieron una investigación.
