Atenas.- Las llamas arrasaron un pueblo cercano a Atenas durante la noche, mientras el fuego arde en Grecia por quinto día consecutivo y deja en alerta a la capital griega, y cientos de personas fueron evacuadas en ferry desde la isla de Evia, al este de la capital, en un dramático rescate nocturno.
Un bombero voluntario murió y al menos 20 personas resultaron heridas , mientras decenas de incendios arden en distintas partes del país, una situación que una funcionaria calificó de “catástrofe bíblica”.
Decenas de hogares, negocios y granjas fueron destruidos la semana pasada por los incendios que estallaron durante la ola de calor más prolongada e intensa en treinta años en el país, con temperaturas de hasta 45 grados.
El incendio del monte Parnitha, un parque nacional al sur de Atenas que comprende algunos de los últimos bosques importantes cerca de la capital griega, ha obligado a evacuar a miles de personas desde la noche del jueves, y los equipos de emergencia se enfrentan a vientos y altas temperaturas en su lucha por contenerlo.
Los fuertes vientos empujaron el fuego hacia la ciudad de Thrakomakedones durante la noche, donde quemó viviendas y obligó a la evacuación de sus residentes.
“[Es] realmente malo”, dijo Thanasis Kaloudis, un residente de la ciudad. “Toda Grecia ha ardido en llamas”.
Por esta situación, nubes de humo sofocante llegaron hasta Atenas, donde las autoridades instalaron una línea telefónica de emergencia para personas con dificultades respiratorias.
En otras escenas apocalípticas –que se hicieron virales en las redes sociales- durante la noche y hasta hoy, evacuaron en barcos a 1153 personas de un pueblo costero y playas en Evia, una isla de montañas escarpadas y boscosas frente al Mar Egeo que es popular entre turistas, después de que las llamas del incendio forestal cortaran todos los demás medios de escape.
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La gente llevaba bebés o cargaba a adultos mayores en sillas mientras subían a transbordadores pequeños que los llevaran hacia lugares seguros.
Otro incendio fuerte estaba ardiendo en la región de Mani, en el sur del Peloponeso, donde la vicealcaldesa de Mani Oriental, Eleni Drakoulakou, dijo a la emisora estatal ERT que el 70% de la zona había sido destruida.
“Es una catástrofe bíblica. Estamos hablando de las tres cuartas partes del municipio”, alertó, al pedir más apoyo de aviones hidrantes.
Las fuerzas para la extinción de incendios de Grecia han llegado al límite. El gobierno pidió ayuda a través del sistema de apoyo de emergencia de la Unión Europea. Han llegado bomberos y aviones de Francia, Ucrania, Chipre, Croacia, Suecia e Israel, y se espera que lleguen más el sábado desde Rumania y Suiza.
El jefe de Protección Civil, Nikos Hardalias, dijo anoche que los bomberos enfrentaron “condiciones excepcionalmente peligrosas y sin precedentes” mientras luchaban contra 154 incendios forestales esta semana, con 64 ardiendo todavía durante la noche.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, tras visitar el principal centro de control de incendios en Atenas, consideró que el país atraviesa un “verano de pesadilla”, y añadió que la prioridad del gobierno “ha sido, ante todo, proteger las vidas humanas”.
A principios de esta semana, el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus (CAMS) de la Unión Europea advirtió que el Mediterráneo se ha convertido en un foco de incendios forestales con una ola de calor que produce un alto riesgo de nuevos siniestros y contaminación por humo en toda la región.
Turquía está luchando contra lo que, según el presidente Tayyip Erdogan, han sido los peores incendios forestales de su historia. Seis incendios seguían ardiendo en Turquía el sábado y al menos dos pueblos de la provincia suroccidental de Mugla fueron evacuados.
Ocho personas han muerto en los incendios que han asolado las regiones costeras del Egeo y el Mediterráneo de Turquía durante once días, quemando decenas de miles de hectáreas y obligando a miles de residentes y turistas a abandonar sus hogares y hoteles.
(Con información de agencias)
kl