Washington.— Donald Trump fue acusado ayer de cuatro cargos por trabajar para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el periodo previo a los violentos disturbios de sus partidarios en el Capitolio, mientras el Departamento de Justicia se movía para hacerlo responsable por sus esfuerzos para bloquear la transferencia pacífica del poder.

Se le acusó de conspiración para defraudar a Estados Unidos, por lo que enfrenta cinco años en prisión; conspiración para obstruir un procedimiento judicial, por el que encara 20 años; por obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial enfrenta otros 20 años y por conspiración contra los derechos encara 10 años. En total enfrenta un máximo de 55 años.

El expresidente deberá comparecer el 3 de agosto, a las 16:00 horas locales, ante la jueza federal de distrito Tanya Chutkan en Washington. El fiscal especial Jack Smith aunció que intentará que se celebre un “juicio rápido” a Trump. Dijo que el asalto al Capitolio fue un “ataque sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense” impulsado por las mentiras de Trump, quien a sabiendas de que no hubo fraude, y de que perdió, conspiró para impedir la certificación de resultados electorales y presionó al entonces vicepresidente Mike Pence para que alterara “de manera fraudulenta el resultado de la elección” durante el proceso de certificación en el Congreso. Pence no cedió.

El fiscal advirtió de que la investigación sobre otros individuos — la acusación habla de seis co-conspiradores— que participaron en el intento de revertir la voluntad popular continúa. En la acusación, que consta de 45 páginas, se recuerda que Trump fue el 45 presidente de EU y candidato para la reelección en 2020, pero perdió estos comicios. “El objetivo de conspiración fue revertir resultados legítimos de elecciones presidenciales de 2020 utilizando a conciencia consignas falsas de un fraude para obstruir la función del gobierno federal de recolectar, contar y certificar los resultados”, indica el texto.

Asimismo, el gran jurado lo acusa de esparcir “mentiras” de que hubo un fraude electoral en 2020 que determinó el resultado de los comicios y de que él había ganado: “Estas afirmaciones fueron falsas, el acusado sabía que eran falsas”, apunta el texto. En el documento también se señala que Trump llevó a cabo supuestos esfuerzos para impugnar de forma legal el resultado de las elecciones, que resultaron infructuosos, al tiempo que también usó métodos “ilegales” para que no se contaran votos emitidos legalmente para revertir el resultado de los comicios.

“El acusado repitió afirmaciones falsas de fraude electoral, dio falsas esperanzas de que el vicepresidente [Mike Pence] podría cambiar el resultado de las elecciones y dirigió a una multitud enfrente de él para que se dirigiera al Capitolio”, indica el escrito de acusación.

Pence, “demasiado honesto”

Trump dijo, según la acusación, que el entonces vicepresidente Pence estaba siendo “demasiado honesto” cuando dijo que no tenía autoridad para rechazar votos electorales. La fiscalía obtuvo notas que Pence tomó en sus reuniones con Trump tras las elecciones de noviembre de 2020, en las que el republicano perdió ante el demócrata Joe Biden. Las notas fueron reproducidas por medios como NBC y CNN News. Pence se negó a obstruir la certificación, insistiendo en que no podía hacerlo. Y Trump amenazó con que “tendría que criticarlo públicamente”.

Pence, quien busca la nominación republicana a la presidencia, afirmó que “la acusación (...) sirve como un recordatorio importante: cualquiera que se ponga por encima de la Constitución nunca debería ser presidente de EU (...) con esta acusación, su candidatura significa más comentarios sobre el 6 de enero y más distracciones”.

En la imputación se describen los esfuerzos que Trump desarrolló para revertir el resultado electoral desde el día de los comicios, el 3 de noviembre de 2020, hasta después del 6 de enero de 2021 cuando una turba de sus seguidores irrumpió en el Capitolio cuando el Congreso estaba reunido para confirmar la victoria de Biden en los comicios.

Todas esas artimañas fueron medios para obstruir la certificación de Biden como presidente ante el Congreso y una manera de presionar al que fue vicepresidente de Trump, Mike Pence, que el 6 de enero actuó como jefe de la Cámara Alta para que obstruyera “de forma fraudulenta” la ratificación del demócrata.

La campaña de Trump para las elecciones presidenciales de 2024 acusó al fiscal especial Smith de ser “el ejecutor de la familia criminal” del presidente de EU, Joe Biden. Trump llamó a Smith un “trastornado”.

“La buena noticia es que el presidente Trump no se deja intimidar y su movimiento America First sin precedentes lo llevará de regreso a la Casa Blanca, donde desmantelará el Estado Profundo y llevará a la familia criminal Biden ante la justicia”, dijo en un comunicado la portavoz de la campaña Karoline Leavitt.

El grupo acusó a Biden y a sus allegados de lucrarse “vendiendo acceso al Partido Comunista Chino, Ucrania y otras naciones extranjeras”. Ron DeSantis, quien también busca la nominación republicana rumbo a 2024, tachó la nueva acusación de Trump como “injusta”.

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