En la historia de Estados Unidos solamente dos presidentes han sido sometidos a un proceso de impeachment: Andrew Johnson, en 1868; y Bill Clinton, en 1998.
Este miércoles, Donald Trump tuvo el dudoso honor de unirse a esa lista, luego que la Cámara de Representantes aprobara la realización de un juicio político en contra del mandatario.
La decisión fue adoptada con los votos de la mayoría de legisladores del Partido Demócrata que controlan la Cámara Baja y es el resultado de una investigación que se inició en septiembre pasado para indagar si Trump buscó o no ayuda de Ucrania para aumentar sus posibilidades de ser reelegido en 2020.
Ahora, el presidente deberá someterse a un juicio político en el Senado que será, en definitiva, donde se decidirá su destino.
En BBC Mundo respondemos algunas de las preguntas clave para entender este proceso y su importancia histórica en la política estadounidense.
Trump está acusado de presionar a Ucrania para que encontrara información perjudicial sobre uno de sus principales rivales demócratas de cara a las elecciones de 2020, Joe Biden, y su hijo Hunter.
Hunter trabajó para una empresa ucraniana cuando Joe Biden era vicepresidente de EE.UU.
El presidente está acusado de "utilizar" dos cosas como moneda de cambio con Ucrania: retener US$400 millones de ayuda militar a Ucrania que ya había sido aprobada por el Congreso estadounidense, y un encuentro con el presidente ucraniano en la Casa Blanca.
Ello, según los demócratas, supone un abuso de poder, utilizar la presidencia para beneficio político personal en detrimento de la seguridad nacional.
Ucrania estaba utilizando ese dinero para afrontar su conflicto con Rusia.
Trump también está acusado de obstruir la labor del Congreso para el impeachment, al negarse a cooperar con la investigación.
El origen de todo este proceso está en la denuncia de un funcionario de inteligencia no identificado, que escribió una carta expresando su preocupación por una llamada telefónica el pasado 25 de julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky.
Una transcripción de la llamada reveló que Trump había instado al presidente Zelensky a investigar acusaciones contra Joe y Hunter Biden.
La llamada tuvo lugar poco después de que Trump bloqueara centenares de millones de dólares en ayuda militar estadounidense destinada a Ucrania.
Bill Taylor, embajador de EE.UU. en Ucrania y uno de los dos primeros testigos en declarar ante la Comisión de investigación del Congreso, aseguró con anterioridad que Trump había dejado claro que la entrega de las ayudas estaba condicionada a que Biden fuera investigado. La Casa Blanca lo niega.
Mientras los legisladores demócratas consideran que durante la investigación quedó claro que Trump abusó de su poder en la relación con Ucrania, los republicanos aseguran que esa acusación se basa en rumores y conjeturas, no en evidencias palpables.
En relación con el segundo cargo, los demócratas apuntan al rechazo expreso de la Casa Blanca a permitir que altos funcionarios acudieran a testificar ante el Congreso así como a la negativa a entregar a la Comisión investigadora documentos oficiales relacionados con el caso.
Trump ha catalogado desde el inicio este proceso como una "caza de brujas".
El mandatario ha negado haber utilizado la ayuda militar estadounidense como moneda de cambio con Zelensky y ha insistido reiteradamente en que su llamada al líder de Ucrania fue "perfecta".
"Es todo muy simple. Están intentando detenerme porque estoy luchando por ustedes", dijo Trump en un video publicado en su cuenta de Twitter cuando se iniciaron las investigaciones.
Esa misma postura fue asumida por el Partido Republicano, cuyos legisladores acusan a la oposición de haber querido destituir a Trump desde su primer día en la Casa Blanca.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1207355923573989376
El martes por la tarde, cuando apenas faltaba un día para la votación sobre el impeachment en la Cámara de Representantes, Trump envió una dura carta a la líder de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi, acusándola de haber declarado "una guerra abierta contra la democracia en Estados Unidos".
Mientras se realizaba el debate este miércoles, Trump volvió a expresar su protesta a través de su cuenta de Twitter.
"Unas mentiras tan atroces de la izquierda radical, de los demócratas inútiles. Esto es un ataque contra Estados Unidos y un ataque contra el Partido Republicano", escribió en un mensaje escrito en letras mayúsculas.
Cuando empezaron a salir los primeros resultados de la votación en la Cámara Baja, el presidente volvió a insistir en su inocencia y advirtió de consecuencias a los demócratas.
"Es un suicidio político para el Partido Demócrata", declaró en un mitin en Michigan.
Para llevar a cabo un impeachment, se deben presentar cargos en el Congreso que constituirán la base de un juicio.
La Constitución estadounidense establece que un presidente "será destituido de su cargo si es acusado en juicio político y condenado por traición, soborno, u otros crímenes o delitos graves".
Tiene lugar en dos fases. Los procesos deben ser iniciados por la Cámara de Representantes.
La Cámara Baja del Congreso -actualmente con mayoría demócrata- solo necesita una mayoría simple para aprobar un proceso de juicio político, lo que ocurrió este miércoles.
De esta forma, el proceso pasa al Senado, donde se celebra el juicio.
Se espera que esa etapa se inicie en enero.
La Constitución estadounidense establece que durante ese proceso los senadores actuarán como un jurado, mientras que un grupo de miembros de la Cámara de Representantes tendrá el papel de acusadores. El presidente de la Corte Suprema, el magistrado John Roberts, será quien dirigirá el juicio.
Al final, debe realizarse una votación pública. Para que haya una condena y Trump sea destituido deben votar en su contra más de dos tercios de los senadores (67%).
En la actualidad, esa Cámara está controlada por una mayoría republicana por lo que no hay muchas expectativas de que el mandatario resulte condenado.
Si eso ocurriera sería una verdadera novedad histórica pues hasta ahora los dos únicos presidentes que habían sido sometidos a impeachment resultaron exonerados.
La Ley de Sucesión Presidencial de 1947, que establece la línea de sucesión para el gobierno de EE.UU., establece que sería el vicepresidente Mike Pence quien ocupara la Oficina Oval durante el resto de mandato presidencial si Trump es destituido.
5. ¿Testificará Trump en el Senado?
Si bien el presidente puede optar por comparecer ante el Senado, es mucho más probable que el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, hable en su nombre.
Cipollone podrá interrogar a los testigos y realizar declaraciones de apertura y cierre en las audiencias que se realicen.
Medios de comunicación estadounidenses informan que Trump también podrá presentar miembros conservadores de la Cámara de Representantes como parte de su equipo de defensa, como el congresista de Ohio Jim Jordan o John Ratcliffe de Texas.
Una declaración testimonial de Joe Biden y de su hijo Hunter también dependerá del formato de juicio que sea definido por el Senado.
Después de que sean presentados los cargos contra el presidente al Senado (abuso de poder y obstrucción al Congreso), deben ser considerados en sesión todos los días, excepto los domingos, hasta la decisión final.
Carl Schumer, líder de los demócratas en el Senado, elaboró un calendario provisional para el juicio, aunque debe ser aprobado y las diferencias entre republicanos y demócratas sobre los detalles del proceso pueden acabar modificando esas previsiones.
Lo que se sabe es que el impeachment será el primer tema a ser tratado el próximo año.
En total, Schumer sugirió que habrá unas 126 horas de audiencias y marcó estas feechas:
Es probable que el juicio demore semanas, pero no se sabe a ciencia cierta cuánto.
Los demócratas esperan que todo esté listo para cuando comiencen las elecciones primarias de 2020 en febrero.
Bill Clinton fue acusado de perjurio y obstrucción a la Justicia después de mentir sobre el tipo de relación que mantenía con su becaria Monica Lewinsky y, supuestamente, pedirle después que mintiera al respecto.
Pero cuando el juicio llegó al Senado en 1999, la votación no alcanzó el respaldo necesario de dos tercios de la Cámara para destituir al presidente demócrata.
El único otro presidente que se enfrentó a este tipo de juicio en la historia de EE.UU. fue el también demócrata Andrew Johnson, en 1868.
Fue acusado, entre otras cosas, de despedir a su secretario de Guerra contra la voluntad del Congreso. Johnson se escapó del impeachmentpor la mínima: la mayoría de dos tercios en el Senado no se consiguió por un solo voto.
Richard Nixon, el 37º presidente de Estados Unidos, renunció en 1974 antes de que tuviera que enfrentarse a un juicio político por el escándalo del Watergate.
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