La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó el jueves a los militares y paramilitares en conflicto en Sudán desde hace más de 16 meses de cometer crímenes de guerra, incluyendo ejecuciones sumarias, actos de tortura y mutilaciones de cadáveres.
Desde abril de 2023 el ejército sudanés, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan, está involucrado en una devastadora guerra con los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que causó decenas de miles de muertes y provocó el desplazamiento de más de 10 millones de personas, según la ONU.
Tras analizar imágenes publicadas en las redes sociales, HRW denunció que al menos 40 personas fueron ejecutadas sumariamente, y que 18 detenidos sufrieron actos de tortura y malos tratos.
Nueve de los 20 videos analizados muestran la mutilación de al menos ocho cadáveres, la mayoría de ellos a manos de personas con uniforme militar, aunque algunas están vestidas de civil, añade la ONG.
"En todos los casos los detenidos no parecen estar armados ni representar una amenaza para sus captores, y en varios casos están atados", subraya HRW.
Los militares y paramilitares en conflicto "se sienten tan impunes que se grabaron repetidamente ejecutando, torturando y deshumanizando a los detenidos, y mutilando cuerpos", declaró Mohamed Osman, investigador de HRW sobre Sudán.
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"Estos crímenes deben ser investigados como crímenes de guerra y los responsables, incluidos los comandantes de estas fuerzas, deben rendir cuentas", agregó.
HRW pidió a las partes beligerantes que "ordenen, en privado y en público, el cese inmediato de estas atrocidades y realicen investigaciones efectivas".
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