Washington.— El huracán Florence todavía no toca tierra pero el mar ya se adentraba ayer a las playas, carreteras y todo lo que encontraba en su camino. En las zonas bajas de Carolina del Norte se reportaban inundaciones y unas 88 mil casas se quedaron sin electricidad.
El huracánm que anoche se debilitó a categoría 1, se encontraba anoche a 80 kilómetros de la costa sureste de Estados Unidos mientras se desplazaba lentamente, a unos 7 kilómetros por hora. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) indicó en su boletín de las 23:00 horas que el ojo del sistema se encontraba a 80 kilómetros al sur de Morehead City y 95 kilómetros al este-sureste de Wilmington, en Carolina del Norte.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) instó a los habitantes de las zonas bajo estado de emergencia a no bajar la guardia y reportó que ya había 88 mil hogares sin luz. “Sólo porque la intensidad de la tormenta bajó a dos, por favor no bajen la guardia”, pidió el director de FEMA, Brock Long.
Los expertos insistían en la posibilidad de “inundaciones extremadamente peligrosas”.
“Se producirá un aumento del nivel del agua de 1.8 a 2.7 metros”, señaló Steve Goldstein, director de la Oficina Nacional de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Anoche, lo que más preocupaba era que el huracán avanzaba más lento de lo esperado, lo que elevaba la probabilidad de fuertes inundaciones, según reportó CNN.
El NHC Señaló que los niveles de agua subían continuamente en sectores costeros de Carolina del Norte, donde Florence ya está ocasionando intensas lluvias y fuertes vientos.
“Estamos completamente listos para el huracán Florence, a medida que la tormenta se vuelve más grande y más potente. ¡Sean cautelosos!”, escribió Trump en un tuit.
Las órdenes de evacuación alcanzaron a 1.7 millones de personas en Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia. Esas tres entidades, además de Georgia, Maryland y la capital Washington DC. declararon estado de emergencia.
Duke Energy, empresa eléctrica presente en las dos Carolinas, estimó que entre uno y tres millones de clientes se van a quedar sin electricidad y que podrían tardar hasta una semana en restaurar el servicio.
Lo que más temen los expertos son los efectos de las marejadas ciclónicas, las cuales no son muros de agua como los de un tsunami. Las generan los vientos de un huracán que soplan incesantemente hacia la playa; son una especie de cúpulas de marea alta que se forman a medida que el mar se extiende tierra adentro. Esta marea alta tiene olas destructivas en la superficie, y ocurre aparte de las mareas normales.
Aunque los vientos con fuerza de huracán pueden desprender los techos de las casas, las marejadas ciclónicas y las inundaciones son las que provocan nueve de cada 10 muertes en un huracán como Florence. “No es una ola para surfear. Se trata en realidad de un incremento en el nivel del océano. Por eso es tan aterrador”, explicó el experto Hal Needham, director de Clima y Ambiente Marino,
Trump rechaza muertos en Puerto Rico. Mientras Estados Unidos se preparaba para Florence, el presidente estadounidense, Donald Trump, desató otra tormenta nacional al rechazar que 3 mil personas fallecieran tras el huracán María que azotó Puerto Rico en septiembre de 2017, como aseguran informes, y acusó a los demócratas de manipular los datos con fines políticos.
“Tres mil personas no murieron en los dos huracanes que azotaron Puerto Rico. Cuando me fui de la isla, después de que la tormenta la hubiese golpeado, tenían entre seis y 18 muertos. A medida que pasó el tiempo, no subió mucho. Después, mucho tiempo después, se empezaron a reportar cifras realmente grandes, como 3 mil”, publicó en Twitter.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo que el pueblo puertorriqueño “no se merece” que se cuestione su dolor.