El huracán Douglas se desplazó hacia el norte de Hawái el domingo por la noche, evitando Honolulú , pero continúa siendo una amenaza para la isla de Kauai, en el noroeste del archipiélago, mientras Hanna , convertida en tormenta tropical, sigue perdiendo fuerza luego de azotar a Texas.
Douglas estaba a unos 160 kilómetros al noroeste de la capital del estado, Honolulú, a las 11:00 pm (09:00 GMT del lunes), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Se espera que la tormenta bordee el norte de Kauai a medida que avanza por las islas hawaianas, con vientos de 150 km/hr, agregó el NHC.
En Oahu, donde se encuentra Honolulú, las alertas sobre el huracán fueron canceladas, pero se mantuvieron vigentes para las islas Kauai y Niihau.
"El huracán Douglas (es) un poco más fuerte a medida que se aleja de Oahu y bordea el norte de Kauai", precisó el boletín del NHC.
Es inusual que Hawái sea alcanzado por huracanes. Douglas sería apenas el tercero después de Dot en 1959 e Iniki en 1992.
Las autoridades de Hawái anularon una alerta de huracán para el condado de Maui, donde los cielos se despejaron a media tarde y el alcalde Mike Victorino dijo que no había informes de daños graves.
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En Honolulú, el alcalde Kirk Caldwell abrió centros de evacuación con espacio para mil 600 personas, pero advirtió que deberían usarse como una "última opción", y que aquellos que necesiten refugio deberían usar tapabocas, tomarse la temperatura y cumplir con requisitos de distanciamiento social, informaron medios locales.
"Si se está refugiando fuera de su casa hoy, recuerde que la Covid-19 no descansa por la tormenta. Por favor sigan con las mascarillas y el distanciamiento físico", tuiteó Caldwell la noche del domingo.
Aún se espera que grandes olas generadas por Douglas afecten a las islas el lunes, lo que aumenta el riesgo de daños. En el norte de Kauai se prevén condiciones de huracán , con posibles inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
En tanto, Hanna , el primer huracán de 2020 sobre la costa del Atlántico, se degradó el domingo a tormenta tropical a su paso por Texas, provocando fuertes lluvias e inundaciones.
Hanna aún llevaba vientos de unos 40 kilómetros por hora en las primeras horas del lunes, y los reportes del NHC indicaron que continuaría debilitándose hasta disiparse.
No hubo informes inmediatos de víctimas o daños graves, y tanto México como Texas habían levantado todas las advertencias de tormentas costeras por la tarde.
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lsm