Bruselas.- El gobierno del euroescéptico premier húngaro Victor Orbán es el primero en romper filas con el plan de vacunación de la Unión Europea (UE) en contra del Covid-19. 

Para evitar incidentes como el registrado al inicio de la pandemia, cuándo países como Alemania acapararon equipo sanitario contra el coronavirus, mientras otros socios carecían de éste, como ocurrió con Italia, para la crucial fase de vacunación el bloque optó por la ruta de la coordinación y solidaridad para garantizar que todos los europeos tengan acceso simultáneo a la inmunización. 

La Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) preservó la responsabilidad de certificar la seguridad y eficacia de las sustancias ofrecidas por las farmacéuticas para su circulación en el mercado común, mientras que la Comisión Europea asumió la tarea de comprar los medicamentos y velar por el reparto equitativo. 

El ejecutivo de la Unión amarró dos mil 200 millones de dosis con seis desarrolladoras de vacunas, de las cuales tres ya recibieron luz verde. 

Haciendo gala de su indisciplina en temas comunitarios, el régimen del populista Victor Orbán terminó desobedeciendo un acuerdo que ha prevenido, hasta ahora, que los socios más grandes acaparen las dosis en perjuicio de los pequeños. El nacionalista húngaro optó actuar por la libre para adquirir vacunas adicionales a las que llegan a través de los arreglos hechos por Bruselas. 

Hungría es el primero en darle la vuelta al marco regulatorio de la UE al comenzar con la aplicación de la vacuna rusa Sputnik V. 

El martes la responsable de la estrategia contra Covid-19 en el gobierno húngaro, Cecilia Muller, informó que los médicos de Budapest recibieron la instrucción de elegir a cinco personas mayores de edad y sanas, para recibir las primeras 2 mil 800 dosis. 

La vacuna todavía no cuenta con el aval de la EMA, pero sí de la autoridad sanitaria húngara bajo el criterio de emergencia. Hungría comenzó este viernes (12 de febrero) a aplicar las primeras dosis del antídoto ruso. 

El “rebelde” socio también ha dado su visto bueno a la vacuna producida por los laboratorios chinos Sinopharm. En total tiene previsto recibir 600 mil dosis de la Sputnik V y medio millón de Sinopharm durante el presente mes.  

El objetivo, argumenta la autoridad húngara, es acelerar la inmunización de sus 10 millones de habitantes, al margen del programa implementado conjuntamente con la UE, que por el momento opera con las entregas de las farmacéuticas Pfizer, Moderna y AstraZeneca. 

Orbán justifica la decisión de no esperar los procedimientos de la burocracia comunitaria, afirmando que entre más rápido se vacune, más vidas se salvarán. 

Con esta maniobra Hungría es el primero que se desmarca de la estrategia de vacunación colectiva de la UE, aunque muy probablemente no será el único. La República Checa podría ser el siguiente en buscar vacunas fuera del programa colectivo. 

El premier checo Andrej Babis se reunió el 5 de febrero con Orbán en Budapest para conocer los pormenores sobre Sputnik V y Sinopharm. Tras la reunión, Babis dijo tener información detallada sobre los métodos de aprobación sanitaria y los procedimientos de compra fuera del marco regulatorio de la Unión. 

Posteriormente, el miércoles pasado, junto con un grupo de expertos, Babis viajó a Belgrado para conocer la experiencia serbia. Gracias a las compras de vacunas en China y Rusia, junto con las realizadas a Pfizer-BioNTech, Serbia registra el índice de vacunación más elevado en toda la Europa continental, ya inmunizó al 10% de sus siete millones de habitantes. 

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, estima que para finales de febrero la nación de los Balcanes habrá vacunado completamente, con dos dosis, a más de un millón de personas, alrededor del 15% de la población. 

“Las obtuvimos (las vacunas) del acuerdo bilateral con los norteamericanos, Pfizer; de China, de Rusia, pero no de la UE”, explicó en su momento Vucic. 

Ante el pleno del Parlamento Europeo, la jefa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, admitió que la UE llegó tarde a la autorización de las vacunas, así como subestimó los procesos de producción de los laboratorios para entregar los suministros en los plazos previstos. 

Sin embargo, insistió en la sesión del 10 de febrero ante los eurodiputados, que la estrategia ha sido la correcta, la de encargar conjuntamente las vacunas, pues “no quiero pensar lo que hubiera pasado de no haber sido así”, en referencia al poder económico y político de los socios más grandes. 

El que la Hungría de Orbán mire hacia el Este, se interpreta en Bruselas como una maniobra meramente política. Desde hace años, el presidente del partido de derechas Unión Cívica Húngara (Fidesz), está enfrentado con las instituciones europeas, por acusaciones de corrupción, el trato a migrantes y la erosión del estado de derecho. 

Con sus ataques a la UE por los retrasos en las entregas, estaría buscando desviar la atención de los impactos económicos causados por las medidas de contención de la pandemia. Hungría librará elecciones generales antes de la primavera de 2022. 

Países que no se apegan a los procedimientos de la EMA, como Israel, Reino Unido y Estados Unidos aventajan en el número de personas vacunadas. El Reino Unido contabiliza una cobertura del 18% por cada 100 habitantes, mientras que el mejor ubicado de la UE, Dinamarca, 5.6%; Hungría va rezagada con una cobertura del 4.3%, de acuerdo con el programa de la Universidad de Oxford, Our World in Data.

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