. — ha incumplido una orden del máximo tribunal de de que proporcione urgentemente ayuda a personas desesperadas en la Franja de Gaza, según dijo este lunes , un mes después de un histórico veredicto en La Haya que ordenó a Israel que ejerciera más moderación en su guerra.

En una respuesta preliminar a la petición sudafricana que acusa a Israel de genocidio, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que hiciera todo lo que pudiera para evitar la muerte, la destrucción y cualquier acto de genocidio en Gaza. No llegó a ordenar el fin de su ofensiva militar, que ha desencadenado una catástrofe humanitaria en el pequeño enclave palestino. Israel rechaza de plano los cargos en su contra y dice que libra una guerra de autodefensa.

Un mes más tarde y tras casi cinco meses de guerra, Israel se prepara para ampliar su operación terrestre en Rafah, la localidad más meridional de Gaza, junto a la frontera con Egipto y donde se han refugiado 1.4 millones de palestinos en busca de seguridad.

La oficina del primer ministro israelí, , dijo la madrugada del lunes que el ejército había presentado al gabinete de guerra su plan de operación para Rafah y planes para evacuar a los civiles de las zonas de combate. No dio más detalles.

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La situación en Rafah, donde se han levantado populosos campamentos de carpas para alojar a los desplazados, ha despertado preocupación internacional, y los aliados de Israel han advertido que debe proteger a los civiles en su lucha contra Hamas.

También el lunes, el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, anunció la renuncia de su gobierno. La iniciativa, que aún debe ser aprobada por el presidente, Mahmud Abás, podría abrir la puerta a reformas con apoyo estadounidense en la Autoridad Palestina. Washington quiere que una Autoridad Palestina reformada gobierne la Franja de Gaza una vez haya terminado la guerra.

En su fallo del mes pasado, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que siguiera seis medidas provisionales, incluido “tomar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos necesitados con urgencia y la asistencia humanitaria para abordar las condiciones adversas de vida que enfrentan los palestinos en la Franja de Gaza”.

Según esas órdenes, Israel también debe presentar un reporte sobre lo que hace para cumplir las medidas en un periodo de un mes. Aunque el lunes se cumplía un mes desde que la corte emitió su decisión, en un primer momento no estaba claro si Israel había presentado ese informe. El Ministerio israelí de Exteriores no hizo comentarios en un primer momento.

HRW dijo que Israel no está cumpliendo la orden de la corte sobre la ayuda, y citó un descenso del 30% en la media diaria de camiones de ayuda que entran en Gaza en las semanas desde que se pronunció el tribunal. El grupo añadió que Israel no facilita adecuadamente las entregas de combustible al maltrecho norte de Gaza y acusó a Israel de impedir que la ayuda llegue al norte, donde el Programa Mundial de Alimentos tuvo que suspender la semana pasada las entregas de ayuda debido a un aumento del caos en esa zona aislada del territorio.

“El gobierno israelí simplemente ha ignorado la decisión de la corte, y en algunos aspectos incluso ha intensificado su represión, lo que incluye bloquear más ayuda vital”, dijo Omar Shakir, director de HRW para Israel y Palestina.

En un comunicado similar, la Asociación de Agencias Internacionales de Desarrollo, una coalición de más de 70 organizaciones humanitarias que trabajan en Gaza y Cisjordania, dijo que las entregas de ayuda se han reducido desde el fallo de la corte, y casi ninguna ayuda llega a zonas de Gaza al norte de Rafah.

Israel niega que esté restringiendo la entrada de ayuda y en su lugar ha culpado a las organizaciones humanitarias que operan dentro de Gaza, afirmando que cientos de camiones llenos de material están parados y ociosos en el lado palestino del principal paso fronterizo. La dice que no siempre puede llegar a los camiones en el paso porque en ocasiones es demasiado peligroso.

La oficina de Netanyahu también dijo el lunes que su gabinete de guerra ha aprobado un plan para llevar ayuda humanitaria a Gaza de forma segura y de una forma que pueda “prevenir los casos de saqueo”. No reveló más detalles.

La guerra, iniciada después de que milicianos liderados por Hamas asaltaran el sur de Israel en un ataque en el que murieron 1 mil 200 personas, la mayoría civiles, y unas 250 fueron tomadas como rehenes, ha supuesto una devastación inimaginable en Gaza.

Casi 30 mil personas han muerto en el territorio, dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud en la Gaza gestionada por Hamas, que no distingue entre civiles y combatientes. Israel dice haber matado a 10 mil milicianos, sin presentar pruebas.

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Los combates han destruido amplias extensiones del paisaje urbano de Gaza y desplazado en torno al 80% a sus 2.3 millones de personas, que se han hacinado en espacios cada vez más pequeños en busca de una esquiva seguridad.

La crisis ha puesto a un cuarto de la población en riesgo de morir de hambre y planteado el temor a una hambruna, especialmente en el norte del territorio, que fue el primer objetivo de la invasión terrestre israelí y donde residentes hambrientos se han visto obligados a comer pienso para animales y buscar comida en edificios derruidos.

“Deseo la muerte para los niños porque no puedo conseguirles pan. No puedo darles de comer. No puedo alimentar a mis propios hijos”, gritó angustiado Naim Abouseido mientras esperaba a conseguir ayuda en Ciudad de Gaza. “¿Qué hemos hecho para merecer esto?”.

Bushra Khalidi, de la organización humanitaria británica Oxfam, dijo a The Associated Press que ha verificado reportes sobre niños que han muerto de hambre en el norte en las últimas semanas, algo que según dijo indica que la ayuda no se está incrementando pese al fallo judicial.

Israel dijo que 245 camiones de ayuda entraron en Gaza el domingo, menos de la mitad que entraba a diario en el territorio antes de la guerra.

Pero HRW, que citó datos de la ONU, dijo que entre el 27 de enero y el 21 de febrero, el número medio de camiones que entraron era de 93, en comparación con los 147 camiones diarios en las tres semanas previas a la decisión de la corte internacional. La media diaria cayó aún más, a 57, entre el 9 y el 21 de febrero, según las cifras.

Los grupos de ayuda dicen que las entregas siguen trabadas por problemas de seguridad. Las organizaciones francesas Médicos del Mundo y Médicos Sin Fronteras dijeron que sus respectivas instalaciones habían sido atacadas por fuerzas israelíes en las semanas posteriores a la orden judicial.

Agencias de Naciones Unidas y grupos de ayuda dicen que las hostilidades, el rechazo del ejército israelí a facilitar las entregas y el desmoronamiento del orden dentro de Gaza hacen cada vez más difícil llevar ayuda vital a buena parte del enclave costero. En algunos casos, multitudes de palestinos desesperados han rodeado los camiones y les han arrebatado los suministros.

Naciones Unidas ha pedido a Israel que abra más pasos, también en el norte, y mejore el proceso de coordinación.

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