A poco más de una semana de que el devastador huracán Harvey tocara tierra en Estados unidos, los afectados por el meteoro comienzan a regresar a lo que quedó de sus hogares para la reconstrucción del lugar. En tanto, el número oficial de víctimas mortales en Texas se elevó ayer a 60, conforme las inundaciones en Houston y otras áreas del sureste del estado comenzaron a bajar y salieron a flote más cuerpos, informaron las autoridades.

Entre los fallecidos por Harvey se encuentran seis miembros de la familia hispana Saldívar, quienes trataban de abandonar la zona y cuya camioneta fue arrastrada por las inundaciones en el este de Houston, el 27 de agosto, cuando las lluvias se abatían fuertemente sobre la ciudad.

El huracán también cobró las vidas de cuatro mexicanos inmigrantes, quienes a bordo de una embarcación pretendían rescatar a varias personas atrapadas en un barrio del este de Houston.

Las autoridades todavía buscan a alrededor de una decena de personas que se mantienen como desaparecidas y que se cree que podrían haber fallecido. De hecho, los funcionarios locales esperan descubrir más cuerpos una vez que las inundaciones retrocedan y los arroyos, ríos y pantanos vuelvan a sus cauces normales.

Las autoridades reportaron que al menos seis personas murieron en el condado de Galveston, al sureste de Houston, como resultado de las inundaciones. De igual forma se reportaron decesos en los condados de Montgomery, Aransas, Jefferson, Orange, Jasper, San Jacinto y Walker.

Los departamentos de manejo de emergencia de diversos condados dijeron a The Associated Press que en su conteo de víctimas están incluyendo a personas que murieron por complicaciones indirectas de Harvey.

Por ejemplo, la enorme cantidad de agua aflojó el suelo que rodeaba árboles que cayeron en al menos dos viviendas en el condado Montgomery y en un auto en el condado Jasper, lo que causó fallecimientos incluidos en el conteo.

También la falta de electricidad dejó sin funcionamiento equipo médico que algunos ancianos necesitaban para sobrevivir. Las autoridades dicen que las inundaciones han causado retrasos en la atención de emergencias médicas que derivaron en decesos.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus iniciales en inglés) indicó que provee alrededor de 17 mil 500 habitaciones de hotel esparcidas en todo Texas que están ocupadas actualmente por víctimas de Harvey.

La Cruz Roja informó que su personal contó la noche del domingo a mil 400 personas en el Centro de Convenciones George R. Brown, que se convirtió el albergue para los evacuados, una cifra mucho menor a los 10 mil habitantes que se refugiaron en el lugar pocos días después del paso del huracán. Un segundo albergue que se abrió después del paso de Harvey, el centro de convenciones NRG, contaba con cerca de 2 mil 800 personas la mañana de ayer.

Muchas personas han dejado los albergues después de recibir asistencia de transición para vivienda temporal por parte de la FEMA.

Sin embargo, en algunas localidades, como Beaumont, tienen dificultades para conseguir artículos de primera necesidad. Desde el huracán las tiendas de alimentos han limitado el número de personas que pueden estar dentro y hay escasez de productos básicos como huevos, pan y agua embotellada.

En tanto, hay otro peligro causado por el paso de Harvey ya que las turbias aguas de las inundaciones suponen importantes riesgos para la seguridad de las personas y el medio ambiente, incluso después de que hayan remitido lo suficiente para que los residentes en el suroeste de Texas no teman por sus vidas, según expertos.

Houston ya tenía un historial de desbordamientos del alcantarillado tras el paso de tormentas. Ahora, el sistema compuesto por 40 plantas de tratamiento de aguas residuales repartidas por toda la metrópolis, enfrenta un desafío sin precedentes.

En el líquido estancado se mezclan fugas de combustible, restos procedentes de vertederos de aguas fecales, pesticidas para pastos y contaminantes de las muchas refinerías de petróleo y plantas químicas de la región.

La principal preocupación de la Agencia de Protección Medioambiental de EU era la disponibilidad de agua potable saludable y “asegurar que los sistemas de gestión de residuos están siendo controlados, que se prueba su seguridad y se gestionan adecuadamente”, indicó. Agencias

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