Parkland.— La gente soltó palomas, encendió velas y derramó lágrimas ayer cuando la comunidad de Parkland conmemoró el quinto aniversario del asesinato de 14 estudiantes y tres miembros del personal en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas y mostró su apoyo a sus familias.
Alrededor de 200 personas se reunieron en el estacionamiento de un centro comercial de Coral Springs cerca de la escuela por la tarde para la primera de dos ceremonias principales, con la segunda programada para la noche. El centro alberga a Eagles Nest, un centro de asesoramiento comunitario que abrió después de la masacre, en la que otras 17 personas resultaron heridas.
“Significó mucho para nosotros unirnos como comunidad”, dijo Mitch Dworet, quien perdió a su hijo Nick, de 17 años, en el tiroteo. “El amor, el apoyo y la amabilidad es hermoso”.
A las 10:17 hora local (15.17 GMT), alumnos y personal de las escuelas públicas del condado Broward, donde se asienta la localidad de Parkland, guardaron un minuto de silencio en honor a los fallecidos como consecuencia de los disparos hechos con un fusil semiautomático por Nikolas Cruz. En la escuela Silver Lakes Magnet Middle School, varios alumnos con camisetas de color rojo se sentaron en el patio formando dos corazones.
La superintendenta escolar de Broward, Valerie Wanza, señaló durante la actividad en este centro educativo que en este “día difícil para todos” hay que rendir tributo, reflexionar y transmitir positividad a la comunidad. A lo largo de la jornada varias personas se han acercado a la escuela Marjory Stoneman Douglas.
Una de ellas fue la colombiana Liliana Rodríguez, quien señaló que una amiga suya, Esperanza Collazo, era empleada de la limpieza en la escuela y estuvo presente el día de los hechos, tras lo cual abandonó su puesto a causa del estrés. Agregó que su hija es maestra en una escuela del condado de Palm Beach, en el norte de Parkland, y que siente que “los estudiantes cada vez sufren más presión” ante el riesgo de un tiroteo como el ocurrido en Parkland.
Mientras, el presidente Biden anunció un fondo de 231 millones de dólares para que los estados que lo deseen implementen programas destinados a restringir el acceso a armas de fuego y ofrecer tratamientos de salud mental.
Según explicó Biden en un comunicado, el fondo será distribuido por el Departamento de Justicia y ayudará a los estados del país a implementar los llamados “programas de bandera roja”, que permiten restringir el acceso a armas a aquellos individuos que suponen un peligro para ellos mismos o para otros.
Asimismo, durante la jornada el gobernador estatal, el republicano Ron DeSantis, reiteró su promesa de un cambio legal para que los jueces de Florida puedan imponer la pena de muerte sin necesidad de un veredicto unánime del jurado.
Mientras, el hombre armado de 43 años que mató a tres estudiantes e hirió a otros cinco en la Universidad Estatal de Michigan el lunes no tenía conexión aparente con el campus, dijo la policía. Los investigadores estaban averiguando por qué Anthony McRae disparó dentro de un edificio académico y del sindicato de estudiantes justo antes de las 8:30 p. m. del lunes. Un confinamiento de una hora en el campus de East Lansing terminó cuando se suicidó, mientras lo confrontaba la policía.
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