Tres turistas mexicanos y una suiza resultaron heridos el miércoles en un ataque con arma blanca en las ruinas romanas de Gerasa, uno de los lugares más visitados de Jordania , informaron fuentes de los servicios de seguridad.
El ataque dejó en total ocho heridos "de los cuales cuatro jordanos y cuatro turistas, tres mexicanos y una suiza" indicó el ministro de Salud jordano, Saad Jaber. El gobierno mexicano también confirmó la nacionalidad de los tres heridos.
"Una de las víctimas (mexicanas) está grave, otra está siendo intervenida", explicó el ministro de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, en un tuit .
"Cuatro sufren heridas de moderadas a graves, otros cuatro leves" amplió el ministro jordano a llegar al hospital de Jerash en compañía del embajador de México.
En el saldo hay que incluir "un guía turístico y un oficial de los servicios de seguridad", heridos cuando intentaban desarmar al autor del ataque, dijo a la AFP el portavoz de los servicios de seguridad, Amer Saraoui.
El agresor fue detenido, y por el momento no se conocen sus motivaciones.
Zuheir Zreiqat, guía turística que presenció el ataque explicó a la AFP que ocurrió "después de mediodía, cuando un centenar de turistas extranjeros visitaban este sitio arqueológico".
"Un hombre de unos 20 años, con barba, vestido de negro y con un cuchillo en la mano se acercó y empezó a apuñalar a los turistas", contó, explicando que los turistas comenzaron a gritar pidiendo ayuda.
"Cuatro guías y otros tres turistas extranjeros intervinimos para detener al agresor. Lo perseguimos hasta atraparlo y tumbarlo en el suelo para controlarlo", narró.
"Le quitamos el cuchillo y no dijo una palabra hasta que llegó la policía", añadió la guía.
No es la primera vez que estos lugares turísticos son objetivo de un ataque en Jordania . En diciembre de 2016, diez personas (dos civiles jordanos, una turista canadiense y siete policías) murieron en Karak, otro lugar muy visitado por extranjeros, situado 120 km al sur de Amán.
Aquel ataque, que dejó además 30 heridos, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Diez personas fueron condenadas por este ataque, dos de ellas a muerte.
Otros cuatro ataques, que las autoridades calificaron de "terroristas", afectaron al país ese mismo año, entre ellos un atentado suicida en junio de 2016 reivindicado por el EI que costó la vida a siete guardias de fronteras jordanos cerca de Siria.
Jordania juega un papel significativo dentro de la coalición dirigida por Estados Unidos contra el EI en Siria y en Irak, dos países vecinos.
Alberga varios de los tesoros históricos de Medio Oriente, como la ciudad nabatea de Petra, una de las siete maravillas del mundo, las ruinas de Gerasa, el desierto de Wadi Rum o el Mar Muerto.
Se le considera uno de los países más seguros de Medio Oriente para los turistas y es el destino de numerosos visitantes latinoamericanos cada año.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos del país y representa entre el 10 y el 12% de su PIB.
El objetivo del gobierno es duplicar esta cifra hasta el 2022, indicó el año pasado la ministra de Turismo y de Antigüedades, Lina Annab.
Pero la economía del país ha sufrido el impacto combinado de la crisis financiera internacional, las primaveras árabes y la guerra en Siria.
Jordania, cuya estabilidad es vista como un elemento clave en el delicado equilibrio de Medio Oriente, ha recibido 1.3 millones de refugiados sirios.
Sin demasiados recursos naturales y muy dependiente de las ayudas extranjeras, el reino registra una tasa de desempleo del 18.5% y un 20% de la población vive en la pobreza.
En estos últimos años, Jordania ha sido escenario de manifestaciones lideradas por los jóvenes, particularmente afectados por el desempleo, contra las medidas de austeridad.