Washington.— El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró ayer que el virus “vino de China... pudo haber sido detenido, [pero] ellos decidieron no hacerlo, fue su incompetencia u otra razón”.
Por la mañana, el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que hay una enorme cantidad de pruebas de que el Covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan, donde inició el brote en la nación asiática.
Trump, durante un especial de la Cadena Fox News, opinó: “Creemos que tendremos una vacuna antes de fin de año”.
Sobre el origen de la enfermedad, Pompeo aseveró a la cadena ABC: “Hay una cantidad significativa de pruebas de que esto [el virus] provino de ese laboratorio en Wuhan”. Pese a ser un gran crítico del manejo del inicio de la pandemia por parte de China, el funcionario se negó a decir si creía que el virus había sido liberado intencionalmente.
Trump también dijo que cree que China “cometió un error horrible y no quisieron admitirlo”.
De acuerdo con el mandatario, Beijing ocultó información importante sobre el brote, por lo que le exigió que se hiciera responsable. Medios estadounidenses dicen que ha encargado a los espías investigar más sobre los orígenes del virus.
Las primeras versiones situaban el inicio de la pandemia en un mercado de Wuhan que vende animales exóticos como murciélagos, pero la Unión Americana señala ahora que la afección se originó en un laboratorio de investigación.
Pompeo, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), fue más lejos que el presidente, al citar la enorme evidencia de que el virus se esparció de Wuhan: “China tiene un historial de infectar al mundo y administrar laboratorios de baja calidad”.
La nación asiática afirmó que Trump se centró furiosamente, junto con algunos miembros de su gestión, en culpar a esa administración por la propagación del Covid-19.
El director del laboratorio Gilead, Daniel O’ Day, declaró: “Estamos de acuerdo con el gobierno estadounidense para tratar tanto a los pacientes de aquí [como a los de] los demás países (...) Pretendemos que llegue a los enfermos [en la Unión Americana] a principios de esta semana”.
“¿Tienen derecho a exportarlo?”, le preguntó una periodista. “Sí”, contestó el directivo.
Siete entidades del noreste de Estados Unidos, incluido Nueva York, anunciaron una coalición para adquirir de forma conjunta material médico, como mascarillas y respiradores.
En otro tema, Mike Pompeo declaró que los ataques de Corea del Norte contra su vecino del sur ayer fueron accidentales. “Un puñado de disparos llegaron [a Corea del Sur] desde el norte. Creemos que fueron accidentales”, explicó para ABC.
Los hechos ocurrieron días después de que los medios estatales de Pyongyang afirmaran que el líder Kim Jong-un reapareció en público. Mientras, un funcionario de Seúl detalló que el dirigente no se sometió a cirugía.