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Nueva York.— El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, denunció “serias irregularidades” en la prisión federal donde fue hallado muerto el multimillonario Jeffrey Epstein, y prometió investigar a eventuales cómplices de sus agresiones sexuales contra menores, en el marco de una investigación que podría extenderse hasta Francia.
El fiscal, que había anunciado el sábado la apertura de dos investigaciones sobre la muerte aparentemente por suicidio de Epstein, dijo sentirse “consternado y sumamente disgustado” al enterarse de las fallas “para asegurar de forma adecuada” la cárcel de Manhattan, donde se encontraba detenido el financiero desde principios de julio a la espera de un juicio por explotación sexual de niñas.
Varios medios estadounidenses revelaron el domingo que el magnate, uno de los detenidos más importantes del país, se había quedado solo en su celda cuando se supone debió tener a un compañero, y que las rondas previstas cada 30 minutos no se cumplieron.
A Epstein, quien ya había sido encontrado semiinconsciente el 23 de julio después de un aparente primer intento de acabar con su vida, tampoco se le aplicó la vigilancia antisuicidio desde el 29 de julio. Esta decisión avivó la indignación que siguió al anuncio de su muerte.
Aunque, según medios que citaron a fuentes cercanas al caso, la defensa del magnate fue la que solicitó a finales de julio a las autoridades penales que a Epstein se le retirara del programa para la prevención del suicidio.
“Iremos hasta el fondo de las cosas (...) y habrá responsables”, aseguró Barr tras un fin de semana en el que han salido a flote todo tipo de teorías conspirativas.
Muchas de estas teorías insinúan que la muerte de Epstein involucraría a figuras poderosas relacionadas con él, desde el príncipe Andrés y el expresidente Bill Clinton, hasta el exenviado especial de Irlanda del Norte George Mitchell y el jefe de Victoria’s Secret, Leslie Wexner, que eventualmente habrían podido querer evitar que el multimillonario declarara.
“Esclareceremos lo que ha pasado”, recalcó Barr, quien agregó que “habrá rendición de cuentas. “Cualquier conspirador no debe estar tranquilo”, dijo.
Las causas de la muerte aún no han sido confirmadas oficialmente. El forense de Manhattan optó por reservarse sus conclusiones a la espera de “más información”.
