En los últimos cuatro años, el presidente Joe Biden ha viajado en avión para evaluar los daños y consolar a las víctimas de tornados, incendios forestales y tormentas tropicales. Él y la vicepresidenta Kamala Harris visitarán el sureste de Estados Unidos para evaluar daños que causó el huracán Helene.
El miércoles, ambos se desplazarán por el sureste para hacer frente a las afectaciones del huracán Helene, tratando de demostrar su compromiso y competencia para ayudar a las comunidades devastadas tras las falsas afirmaciones de Donald Trump sobre la respuesta de su administración. Biden se dirigirá a Carolina del Norte y del Sur, mientras que Harris irá a Georgia.
La parada de Harris servirá también como prueba política en medio de una crisis humanitaria. Está tratando de asumir el papel por el que Biden es más conocido —mostrar la empatía que los estadounidenses esperan en tiempos de tragedia— en la recta final de su campaña para la presidencia.
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La última vez que visitó escenarios de desastres naturales fue como senadora por California, incluyendo cuando fue a Puerto Rico después del huracán María en 2017 y cuando caminó entre escombros carbonizados en Paradise, California, después del incendio Camp en 2018.
Trump, el candidato republicano, viajó el lunes a Valdosta, Georgia, con una organización cristiana de caridad que llevó camiones de combustible, alimentos, agua y otros suministros.
Tras llegar, Trump acusó a Biden de “dormir” y no responder a las llamadas del gobernador Brian Kemp, republicano de Georgia. Sin embargo, Kemp había hablado con Biden el día anterior, y el gobernador dijo que el estado estaba recibiendo todo lo que necesitaba.
Biden se enfureció por la afirmación de Trump, diciendo que Trump estaba “mintiendo, y el gobernador le dijo que estaba mintiendo”.
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El martes, el presidente dijo que ha ordenado a los funcionarios de la administración que “envíen todos los recursos disponibles” a las comunidades perjudicadas por Helene. El número de muertos se acercó a 160 personas, y la electricidad y el servicio celular siguen sin estar disponibles en algunos lugares.
“Tenemos que poner en marcha este proceso de recuperación”, afirmó. “La gente está muerta de miedo. Esto es urgente”.
El presidente está volando a Greenville, Carolina del Sur, y verá desde el aire las consecuencias de la tormenta antes de dirigirse a Raleigh, Carolina del Norte, para una reunión informativa.
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Trump afirmó sin pruebas que los líderes demócratas estaban reteniendo ayuda a las zonas republicanas, una acusación que describe mejor su propio enfoque de la ayuda en caso de catástrofe. Recientemente amenazó con retirar la ayuda a California por los incendios forestales debido a desacuerdos con el gobernador demócrata Gavin Newsom.
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