Miami.— Cuatro cuerpos más fueron extraídos de entre los escombros de donde se erigía el edificio sur de las Champlain Towers, en Surfside, con lo que suman 28 los fallecidos en el derrumbe del 24 de junio. Las esperanzas de rescatar gente viva, reconocieron ayer expertos y autoridades, son de “casi cero”.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, informó que hay 117 personas sin localizar y 191 localizadas con vida después del derrumbe. De las 28 víctimas mortales, 26 han sido identificadas. Las últimas son el matrimonio formado por Ingrid Ainsworth, de 66 años, y Tzvi Ainsworth, de 68, que habían vivido 20 años en Australia.
El domingo se demolió la frágil estructura que quedaba en pie tras el colapso, porque se corría el peligro de un derrumbe mientras los rescatistas hacían su trabajo. Hecha la demolición, se reanudaron los trabajos de rescate y ya sin riesgos se ha tenido acceso a espacios donde se cree puede haber más personas.
Sin embargo, la lluvia y los rayos que están cayendo en la zona están complicando las labores. Para este martes se prevé la llegada de la tormenta tropical Elsa a los Cayos de Florida y de ahí se cree que subirá por la costa oeste hasta el extremo noroccidental.
Miami-Dade no está en la trayectoria pronosticada, pero la inestabilidad meteorológica creada por Elsa, que ayer tocó tierra en Cuba, se siente ya en esta parte de Florida.
La alcaldesa indicó que, tras la demolición, los rescatistas han podido buscar por primera vez toda el área que ocupaba el edificio, que se construyó en 1981 y tenía problemas estructurales por lo menos desde 2018.
La posibilidad de encontrar sobrevivientes a estas alturas es de “casi cero”, reconoció Golan Vach, uno de los rescatistas israelíes que se encuentra en el lugar, en declaraciones a la cadena Local 10. “Tratamos de ser optimistas pero también somos realistas”, añadió. “Las circunstancias que hemos visto son demasiado difíciles como para decir, de manera profesional, que creemos que tenemos una buena posibilidad de encontrar a alguien con vida”.
La propia alcaldesa señaló, en declaraciones al programa Today de NBC News, que “los familiares caen en la cuenta de que el tiempo ha pasado, de que las posibilidades cada vez son menores”. “Están con nosotros, saben lo que hemos hecho a cada paso del camino”, dijo.
La esperanza, ahora, es lograr entregar al menos a los familiares los cuerpos de sus seres queridos. “Seguimos enfocados en nuestra misión principal, que es voltear cada piedra y encontrar a la mayor cantidad de gente posible y ayudar a dar algunas respuestas a familiares y seres queridos, y brindarles algún tipo de cierre”, explicó el capitán del cuerpo de rescate del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Miami, Ignatius Carrol.
Levine también lamentó que quienes perdieron su hogar tampoco hayan tenido oportunidad de recuperar sus pertenencias, tras la demolición del inmueble. “Es una gran pérdida”, admitió, pero señaló que las agencias federales de emergencia están prestando asistencia a los damnificados, y que particulares han estado haciendo donaciones.
Sobrevivientes han preguntado también sobre el destino de sus mascotas. Levine dijo que se tomaron todas las medidas, incluyendo el uso de drones con sensores de calor, y una búsqueda de socorristas para hallar mascotas en la estructura, antes de demolerla.