Agentes de la Patrulla Fronteriza hallaron a 20 inmigrantes de México, El Salvador y Guatemala en un camión en el oeste de Texas.
Los inmigrantes estaban en buen estado de salud tras ser encontrados el lunes en la madrugada en el retén de la carretera interestatal 10 en el poblado de Sierra Blanca, a unos 136 kilómetros (85 millas) al suroeste de El Paso, indicó un portavoz de la Patrulla Fronteriza, el vocero dijo que aparentemente se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
El conductor, Irving Hernandez, fue fichado en la cárcel del condado El Paso bajo un cargo federal de contrabando de extranjeros y no se le ha fijado una fianza, ni hay un abogado a su nombre en los registros de la cárcel.
El vehículo fue encontrado un día después de que 16 inmigrantes fueran hallados encerrados en un camión estacionado en una gasolinera en Edingurg, a unos 32 kilómetros (20 millas) de la frontera con México, la Patrulla Fronteriza informó que de los 16 inmigrantes, ocho eran de El Salvador, seis de México y dos de Rumania.
Un hombre y una mujer, ambos de Cuba, estaban a cargo de ese camión, indicó el portavoz de la patrulla.
Hace tres semanas, 10 personas murieron después de ser halladas en un tráiler estacionado en un Wal-Mart en San Antonio en un día caluroso y casi 20 de los rescatados fueron hospitalizados en condiciones graves, muchos sufrieron severa deshidratación y golpe de calor.
El conductor de ese vehículo permanece bajo custodia federal, acusado haber transportado ilegalmente a inmigrantes para obtener una ganancia económica y con resultado letal, los funcionarios de inmigración dijeron que los sobrevivientes estimaron que en un momento dado llegó a haber 100 personas en el vehículo y señalaron que 39 personas estaban dentro del tráiler cuando los rescatistas llegaron, el resto pudo haber escapado o haber conseguido a alguien que los llevara a su próximo destino.
Las aprehensiones fronterizas han aumentado cada mes desde que cayeron en abril a su nivel más bajo en 17 años.
Los tractocamiones se convirtieron en una herramienta popular para el tráfico humano a principios de la década de los 90 tras el aumento en la seguridad de la frontera en San Diego y El Paso, donde estaban las rutas más concurridas para cruzar de forma ilegal antes de eso, la gente pagaba pequeñas cuotas a contrabandistas para que los llevaran a través de la frontera, la cual casi no tenía vigilancia.
Cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos se convirtió en algo mucho más complicado luego de los ataques terroristas en Estados Unidos en 2001 y los migrantes no autorizados empezaron a ser conducidos a través de terrenos más peligrosos y a pagar miles de dólares para poder cruzar.