Haruyuki Sano
viajó una hora y media para probar la misma hamburguesa que el presidente estadounidense Donald Trump comió la semana pasada junto con el primer ministro de Japón.
"Estaba bien rica, como bistec
", dijo el jueves Sano después de probar la hamburguesa con queso en el pequeño restaurante Munch's Burger Shack, en Tokio.
Las líneas que ya pasan la puerta a la hora de almuerzo están alargándose más que nunca, gracias a Trump.
La postura dura de Trump en asuntos como comercio y seguridad tiende a tener una recepción mixta en Japón, que ve a Estados Unidos como a su aliado y socio más importante. Pero el interés de Trump por la versión japonesa de la hamburguesa, producto netamente estadounidense, está cayendo bien a muchos japoneses.
"Me gusta Trump",
agregó Sano, un repostero, resaltando que tiene mucho sentido poner a tu país primero en medio de la globalización, y Japón debería de hacer eso, también.
Si bien es conocido por su sushi, soba y tempura, Japón ha tenido un largo romance con la comida estadounidense. Las llamadas "hamburguesas premium", que cuestan el doble o más de las versiones de comida rápida, están ganando popularidad.
La " Combinación Presidente Trump ", nueva adición al menú de Munch's Burger, incluye una hamburguesa con queso, una porción de ensalada de repollo y papas fritas, y se vende por mil 400 yenes (1 2 dólares). La masa de carne molida 100% Angus estadounidense va acompañada de lechuga, queso Colby Jack derretido y rodajas de tomate y va servida en un pan caliente y blando.
Por estos días, esta combinación es una de las más pedidas del menú, dice el dueño y chef Yutaka Yanagisawa, quien recordó que Trump le dijo después de comer la hamburguesa: "Muy bien, muy bien".
"Me siento tan honrado", dijo Yanagisawa, agregando que todo lo que pudo decir en respuesta al comentario del presidente fue: "Gracias".
Debido a que Trump quería su carne bien cocida, así fue como prepararon las dos hamburguesas en caso de que las órdenes se confundieran en la mesa.
"Eso hubiera sido un desastre", dijo Yanagisawa sonriendo.
Él no sabe por qué escogieron su restaurante. Una de sus dos restaurantes está cerca de la embajada estadounidense en Tokio, pero fue el ministerio de Relaciones Exteriores de Japón quien lo llamó.
lsm