Montevideo.— El resultado oficial de las elecciones presidenciales de ayer en Uruguay se dará a conocer entre martes y viernes, después de un recuento de votos, aseguró anoche la Corte Electoral, en vista de que la diferencia entre los candidatos Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez al cierre del escrutinio era demasiado ajustada.
Si bien al cierre de las casillas electorales las encuestadoras atribuyeron la victoria al candidato nacionalista, Lacalle, con base en los sondeos a boca de urna, por la noche se vieron sorprendidas por una votación más ajustada de la esperada, al punto que sólo dos de ellas —Opción y Cifra— aventuraron un ganador a las 20:30, cuando se levantó la veda. Otra firma, Factum habló de un “empate técnico”, mientras que Equipos no divulgó resultados.
Escrutados 97.97% de votos, el diario uruguayo El País señaló que Lacalle, abogado que llegó a la segunda vuelta como candidato del centrista Partido Nacional, pero apoyado por otros cuatro partidos que van de la derecha a la centroizquierda, tenía 48.74% de los votos, contra 47.48 de Martínez, un ingeniero aficionado al ciclismo de 62 años, exalcalde socialista de Montevideo y candidato del Frente Amplio.
Militantes del Partido Nacional y del Frente Amplio aguardaban afuera de las sedes utilizadas como bunker de los candidatos presidenciales entre la cautela y la esperanza, indicó El País.
En la sede del Frente Amplio ubicada en el hotel Crystal Tower el clima era de alegría por el hecho de que Martínez “achicó la brecha” con Lacalle, a quien se veía como el favorito para ganar.
En el bunker de Lacalle reinaba la incertidumbre y la sorpresa ante lo ajustado de la diferencia con el oficialismo, cuando todo indicaba que el exsenador, hijo del expresidente Luis Lacalle Herrera, ganaría con facilidad.
El saliente presidente Tabaré Vázquez votó temprano y consciente de que los sondeos no favorecían al candidato de su partido, recordó, según dijo El País, que él rechazó buscar la reelección porque “hay que alternar personas y partidos, no hay drama por eso. El próximo gobierno tendrá el desafío de mantener los equilibrios”.
Tras la primera vuelta de octubre, Lacalle Pou logró reunir en una alianza a todo el arco opositor, incluidos el liberal Partido Colorado, el derechista Cabildo Abierto, liderado por el excomandante en jefe del ejército Guido Manini Ríos, o el socialdemócrata Partido Independiente.
El candidato ha dicho que de ganar su primera decisión será enviar al Parlamento una “ley de urgente consideración” con la que pretende adoptar medidas rápidas en 90 días. Este proyecto busca declarar, entre otras cosas, la “emergencia” de seguridad y liberar la importación de combustible en un país donde una empresa estatal tiene el monopolio y los precios del carburante están entre los más altos del mundo.
Lacalle habló temprano para contener los desbordes de entusiasmo de sus partidarios. “Uruguay es un gran país... Está bien la pasión, querer ganar, pero levantemos un poco la mira”, dijo.
Martínez afirmó anoche que la elección deja claro que el ganador no lo será por gran margen, por lo que “tenemos la tarea histórica de buscar entendimientos que nos permitan pensar en un solo país... El pueblo uruguayo es inteligente, define con su corazón y con su cabeza... Intentaron enterrarnos, lo que no sabían era que somos semilla”.