En Vaalimaa, el cruce fronterizo de Finlandia con Rusia -unos 190 km al este de Helsinki- autobuses y automóviles paran en los controles de pasaportes y aduanas. No son ucranianos, sino rusos, y el flujo es constante.

Algunos buscan con ansia salir de Rusia porque hay un rumor persistente de que el gobierno del presidente Vladimir Putin podría introducir la ley marcial para enfrentar las protestas contra la invasión a Ucrania.

Con los vuelos a Europa suspendidos, la única forma de salir del país es cruzar la frontera en automóvil o en tren.

Hablamos con una joven rusa que cruzó a Occidente, una de las afortunadas que poseía un visado de la Unión Europea antes de que se anunciaran las sanciones. Se sentía desesperada por lo que estaba sucediendo.

"La gente en Ucrania es nuestra gente, nuestra familia", expresó. "No deberíamos estar matándolos". Le pregunté si pensaba volver. "No mientras nuestro terrible gobierno esté allí. Es muy, muy triste".

Aseguró que la mayoría de los rusos no quieren esta guerra, pero se arriesgan a ir a la cárcel si intentan alzar su voz contra Putin.

En Finlandia hay una gran simpatía por personas como ella, tanta como por Ucrania y sus habitantes.

Esta simpatía, y el temor de que Rusia pueda atacar a otros vecinos como la propia Finlandia, está cambiando las actitudes sobre la tradicional postura de neutralidad de este país.

Según las últimas encuestas de opinión, una mayoría creciente de finlandeses cree que es hora de que su país se una a la OTAN y acceda a la protección que le brindaría pertenecer a la alianza.

Un autobús en la frontera entre Rusia y Finlandia
BBC
Un autobús en la frontera entre Rusia y Finlandia

De vuelta en Helsinki, el tren desde San Petersburgo llega con cientos de personas ansiosas por huir de Rusia. La mayoría de los vagones están llenos y los precios de los billetes se han disparado.

Los pasajeros que salen de Rusia traen una cantidad de dinero limitada. El rublo ha colapsado y la economía rusa se ve amenazada por las sanciones y la salida de muchas grandes empresas occidentales.

"Ahora o nunca"

¿Las sanciones contra los millonarios rusos harán que estos se vuelvan contra el presidente Putin? En realidad no es imposible, pero sí poco probable que lo obliguen a poner fin a la guerra en Ucrania.

Más preocupante para él es el llamado del gigante petrolero ruso Lukoil a detener la invasión.

Si los principales actores de la economía rusa se vuelven en su contra le resultará mucho más difícil continuar sin hacer grandes cambios, como introducir la ley marcial.

Otra joven que se fue de Rusia, en su caso a Estambul, nos dijo por teléfono que estaba aterrorizada de volver a una vida como la de la antigua Unión Soviética.

"Tengo 30 años, no he visto lo peor... las represiones, la policía secreta", afirmó. "Tenía miedo de que, si no me iba ahora mismo, no iba a poder hacerlo nunca".

"Por un lado, parece que este es el momento de salir. Por el otro, existe un temor legítimo de no poder ver a tus amigos y familiares por Dios sabe cuánto tiempo, si es que los vuelves a ver".

De aplicarse la ley marcial Putin podría hacer lo que quisiera, sin tener que preocuparse por suprimir las protestas en las calles.

Ya le dejó claro al presidente francés, Emmanuel Macron, que no se detendrá hasta ocupar todo Ucrania, y un funcionario francés que escuchó la llamada telefónica dijo después que las cosas podrían empeorar mucho.

¿Cómo? Bueno, la opción nuclear podría estar cada vez más cerca. Es una perspectiva aterradora.

No es de extrañar que los rusos que no quieren ser parte de la invasión o de los problemas que está creando en sus pueblos y ciudades estén desesperados por salir del país e iniciar una nueva vida fuera.

Información adicional de Christy Cooney en Londres


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