Ocho días después de la visita del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, al aeropuerto de El Palomar en la que se subió a uno de los dos aviones Pampa III que había adquirido, el país centroamericano anunció hoy una marcha atrás en la adquisición de las aeronaves militares fabricadas en la planta de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) en Córdoba, Argentina.

La venta de los aviones de entrenamiento y ataque por 28 millones de dólares era la primera de un Pampa al exterior y permitía a Fadea cerrar el 2019 en equilibrio financiero.

Fadea señaló a través de un comunicado que se trató de una decisión unilateral del gobierno de Guatemala, incluso con el contrato ya cerrado. "La Contraloría General de Cuentas de la República de Guatemala recomendó al Ministerio de Defensa Nacional de Guatemala desistir del actual procedimiento para la adquisición de las aeronaves", explicó la empresa.

"Entendemos que esta decisión unilateral de la República de Guatemala, responde a circunstancias propias" de ese país que "exceden a la Argentina, dado que el acuerdo se confeccionó en un marco de legalidad y transparencia absoluta, cumplimentando y respetando las exigencias formales, jurídicas y técnicas que garantizan su validez, vigencia y ejecución", agregó el comunicado.

"Hoy por hoy ellos pidieron desistir -dijo el presidente de Fadea, Antonio Beltramone, a LA NACION-. Aclararon que no es un problema con el avión, con el precio, con las prestaciones. Hoy el convenio está caído; puede que más adelante que salga".

El titular enfatizó que mucha gente "está impactada porque hay mucho compromiso y la operación fue una alegría". "No bajaremos los brazos: si no sale con Guatemala será con Paraguay, con Bolivia, pero lo vamos a lograr", agregó.

Insistió en que la operación se hizo en el marco de un convenio de cooperación vigente desde 1983 que contaba, según los funcionarios guatemaltecos, "con todas las autorizaciones necesarias". "Verificamos que estaba la documentación de Hacienda y Defensa y era todo correcto. Hablamos con Canciller, ministros y Presidente. Se hizo todo", remarcó.

En esa línea, la empresa indicó en su comunicado que se realizarán "todas las gestiones correspondientes para salvaguardar los objetivos del acuerdo celebrado y superar esta contingencia en el menor plazo posible" y "ratifica su compromiso de gestión eficiente para el desarrollo de nuevos negocios para continuar en la senda del crecimiento sustentable".

Del encuentro en la Argentina -días después de la firma del contrato- participaron el presidente Mauricio Macri ; el ministro de Defensa, Oscar Aguad ; el canciller Jorge Faurie ; el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, y el secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere, además del jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein; y el titular de Fadea, Antonio Beltramone. Por Guatemala estuvieron Jimmy Morales; el ministro de Defensa Nacional, Luis Ralda Moreno; la canciller Sandra Jovel Polanco y el embajador en la Argentina, Rony Abiu Chali López.

Sin presupuesto

Un día después en Guatemala, la ONG Acción Ciudadana (representa a Transparencia Internacional) reclamó el desafuero de Morales por considerar que incurrió en fraude al evadir la legislación local sobre compras públicas. Dijo que obvió la ley de contrataciones del Estado, la ley orgánica del Presupuesto de la Nación y la ley del Presupuesto de 2019. Horas después Víctor Martínez, a cargo de Finanzas, reconoció ante el Congreso que no había presupuesto para la compra de los dos aviones.

Guatemala había comprado las dos para detectar y derribar vuelos ilícitos que transgredieran su frontera para el tráfico de drogas, mercancías y otros delitos transnacionales.

Se habían incluido en la venta bancos de prueba y soporte logístico, repuestos para las aeronaves, además del entrenamiento para los tripulantes y técnicos.

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