Ciudad de Guatemala.— El despido del fiscal contra la impunidad de Guatemala, Juan Francisco Sandoval, aumentó ayer la indignación entre la comunidad internacional y en la sociedad del país.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, criticó la remoción de Sandoval. Samantha Power, administradora de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), también condenó la medida. Escribió en Twitter: “La independencia de #FECI es una prueba esencial del compromiso de Guatemala con el Estado de derecho”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que la acción “no cumpliría con el debido proceso, dejando en entredicho el compromiso con la lucha contra la corrupción”.
Unos 500 guatemaltecos se manifestaron en el centro de la capital del país tras la destitución del fiscal anticorrupción. Se acercaron primero a protestar frente al Ministerio Público y posteriormente ante el Palacio Nacional de la Cultura, sede del gobierno del presidente Alejandro Giammattei. El destituido fiscal Francisco Sandoval abandonó el país para “resguardar su vida”, tras señalar que le obstaculizaron investigar al mandatario, informó una fuente humanitaria oficial.
Según señaló en redes sociales la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala (PDH), el ombudsman Jordán Rodas acompañó a Sandoval a la frontera con El Salvador, “ante la dura decisión de abandonar el país para resguardar su vida e integridad por los recientes hechos”.
El destino final del exfiscal se desconoce. La PDH es una institución autónoma creada por el Congreso para promover el respeto de los derechos humanos y vigilar el debido proceso en casos legales. Sus resoluciones no son vinculantes.