Caracas.— Juan Guaidó, líder de la oposición de Venezuela, se propuso ayer alcanzar la cifra de un millón de voluntarios para entregar la ayuda humanitaria que se acopia en Colombia, Brasil y Curazao, la mayoría enviada por Estados Unidos.
La red de voluntarios deberá enfrentar el bloqueo del gobierno al ingreso de la ayuda, programado para el 23 de febrero.
“Nuestra tarea principal es llegar al millón de voluntarios para el 23 de febrero, de forma presencial en los puntos de encuentro o de manera activa por redes sociales”, pidió en un mensaje que envió a los 600 mil que ya están inscritos.
El senador estadounidense Marco Rubio pidió ayer en Cúcuta, Colombia, a la Guardia Nacional Bolivariana (que “tome la decisión correcta” y permita el ingreso a Venezuela de la ayuda.
“Es un crimen internacional, un crimen contra la humanidad, que esté muy claro eso y que tomen la decisión correcta”, dijo Rubio refiriéndose a la negativa del régimen del presidente Nicolás Maduro de dejar ingresar la asistencia.
Las declaraciones las dio durante su visita a la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, donde se encuentra para supervisar la ayuda almacenada en el centro de acopio del puente Tienditas.
El presidente de la Asamblea Nacional venezolana asegura que el país “se prepara para la avalancha humanitaria”, aunque no ha querido revelar detalles de cómo vencerán el cerco impuesto por el gobierno.
Rubio destacó la valentía del pueblo venezolano que lucha por su libertad y lo impulsó a continuar de esa manera: “No quiero que pierdan el ánimo. La libertad y la democracia requieren sacrificio”, añadió.
La oposición instaló ayer una decena de campamentos a lo largo del país, en los que censó a miles de personas a las que, asegura, atenderá.
El diputado Winston Flores dijo que en los campamentos se emplean sin lucro cientos de médicos, sicólogos, nutricionistas y voluntarios de los partidos políticos de oposición, así como parte de los voluntarios.
Expulsan a europarlamentarios. Venezuela expulsó ayer a una misión de europarlamentarios que iba a visitar el país y sostener varias reuniones, entre ellas una con Guaidó, informó el diputado español Esteban González Pons.
“Nos están expulsando, primero nos han retenido (...), nos han retirado el pasaporte y sin explicarnos nada los pasaportes siguen retenidos. Nos están conduciendo directamente a un avión que espero sea el que va a Madrid, pero nos están expulsando del país”, informó González Pons.
“La razón que nos dan [para la expulsión] es que [Nicolás] Maduro no quiere que estemos aquí”, explicó, y dijo que en Madrid ofrecerán más detalles. Adelantó que están “muy indignados” y consideran que “esta es la última prueba de que este régimen se ha convertido en una dictadura”.
Tras la decisión, Guaidó tildó al gobierno de ser un “régimen aislado y cada vez más irracional”.