Miami.— Sin luces y sin adornos, sin cánticos ni pavo, sin siquiera calor de hogar y menos regalos, así pasan esta Navidad en Estados Unidos decenas de miles de migrantes mexicanos, centroamericanos, sudamericanos, africanos, europeos, asiáticos que lograron entrar de alguna manera a territorio estadounidense y también quienes permanecen en algún centro de detención o esperando en la frontera del lado mexicano. Ninguno cantará villancicos y menos recogerá la colación de alguna piñata rota.
Migrantes, principalmente sin papeles, se encuentran entre las familias más afectadas en su economía y viven, en su mayoría, dentro de los márgenes de pobreza. “Ellos no sólo han tenido que pasar por momentos muy difíciles para llegar y asentarse en Estados Unidos. También sufren el racismo y la falta de oportunidad”, dice a EL UNIVERSAL un vocero de Caritas, una organización no lucrativa que se dedica a ayudar. “Los últimos años han sido devastadores para la economía familiar, especialmente para quienes menos tienen, por eso organizamos ayudas, apoyos, para que lo pasen lo menos mal posible”.
Los migrantes más necesitados son aquellos que han llegado a la Unión Americana con pocos recursos y a veces con casi nada. Aunque han podido progresar un poco, aún se mantienen dentro de los márgenes de pobreza.
Leer también: Corea del Norte dispara dos misiles no identificados al mar de Japón
En estas fechas tan especiales, los recién llegados y quienes están intentando entrar a territorio estadounidense son quienes la pasan más difícil.
“Los migrantes que han logrado colarse por la frontera [hacia Estados Unidos], así como yo, pobres y sin dinero (...) que nuestro regalo sea estar aquí ya y (...) echarle ganas para arrancar el próximo año chambeando duro y macizo”, comenta a este diario Diego, originario del Estado de México y con unos días apenas de haber tocado territorio estadounidense.
Pero entre los migrantes más vulnerables están las mujeres y los menores, como Silvana, originaria de Guatemala y quien está atorada en la frontera de Tijuana con San Diego, a la espera de poder cruzar. “Me dijeron que después del 21 de diciembre ya podíamos entrar porque ya no es a fuerza que esperemos de este lado [mexicano]”, explica, aludiendo al fin, previsto este 21 de diciembre, del llamado Título 42, que obliga a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar en México.
“Estoy muy triste porque no sé dónde vamos a estar la noche de Navidad, quiera Dios y ya estemos del otro lado, por lo menos”, expresa Silvana. “Mi hija tiene cinco años y escucha a otros niños sobre Navidad y Santa Claus, pero no tengo nada que regalarle”, dice entre lágrimas. “No es el regalo, es el dolor de lo que puede sentir mi hija, me duele”.
En las casas de migrantes y no migrantes de toda la Unión Americana, las luces y los adornos navideños que acompañan a los arbolitos, con ese olor tan peculiar y único de la época que anuncia que un año más está por terminar no bastan para alegrar la vida de los más necesitados. La inflación es el Grinch de esta Navidad.
“La cena tradicional es un lujo, los precios están por los cielos”, asevera Marina Martín, quien vive con su familia en Miami, Florida. “Aparte están los regalos y el arbolito, la decoración, las luces, es mucho; no sé cómo hacen los que ganan menos que mi esposo y yo”.
Una fiesta de mil 300 dólares
El festejo de Navidad, de acuerdo con el Pew Research Center, en promedio va a tener un costo de alrededor de mil 300 dólares por familia de clase media (24 mil 700 pesos mexicanos). Sólo los regalos en una familia de cuatro miembros representan alrededor de 800 dólares (15 mil 200 pesos) y si compraron arreglos y el arbolito, habrá que sumar 200 dólares (3 mil 800 pesos), más la cena de aproximadamente 300 dólares (5 mil 700 pesos).
Quizá la buena noticia es que la pobreza y el desempleo están decreciendo. Hoy la pobreza en la Unión Americana se sitúa en 9.1% y el desempleo se fija en 3.7%, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés).
“La crisis comenzó durante la pandemia de Covid-19”, comenta un vocero de la BLS. “La tragedia de las muertes, de no poder ir a trabajar, de no saber qué iba a pasar hizo que la economía se afectara en muchos sentidos”, detalla. Aunque el gobierno estadounidense dio apoyos a familias y empresas, no fue suficiente para frenar que los niveles de pobreza y el desempleo crecieran durante la pandemia, admite. “Pero, hay que decirlo, sin esa ayuda [del gobierno] hubiera sido mucho peor y de alguna manera apuntalaron a millones [de personas en la Unión Americana] para que pasada la gravedad de la pandemia pudiéramos salir adelante más pronto”. De ahí que pobreza y desempleo hayan disminuido para este 2022.
Ahora el monstruo a vencer es la inflación. “No sólo es el paso de la pandemia, también ha sido la invasión a Ucrania, la inestabilidad electoral, el cambio climático y el incremento de los energéticos lo que está provocando esta situación”, enumera Iván González, economista. “Hoy el banco central está haciendo su mejor esfuerzo para combatir el alza de los productos, especialmente los básicos”.
Pero como en toda historia triste de Navidad, aparecen las hadas madrinas y los Papá Noel estadounidenses en las figuras de organizaciones no lucrativas, dedicadas a la caridad. Para obtener un árbol de Navidad gratis están las dos organizaciones nacionales: el programa denominado Árbol de los Ángeles del Ejército de Salvación (Salvation Army), que además de árboles da cientos de miles de regalos navideños a los padres de los menores para mantener la tradición y dar alegría a los niños. Lo que hacen es que las familias o personas necesitadas escriben sus deseos o regalos y los donantes van cubriendo la lista. La otra organización que dona árboles y regalos es The Christmas Tree Project (Proyecto de Árboles de Navidad). Recolectan árboles, decoraciones y donaciones cada año, para que después del Día de Acción de Gracias comiencen a obsequiar arbolitos y regalos.
Toys for Tots (Juguetes para Niños) es una organización que regala juguetes a través de agencias locales y se enfoca en familias con hijos e hijas de hasta 12 años. Está respaldada por los Marine Corps (Cuerpo de la Marina de Estados Unidos), que apoyan en la logística de recibir, guardar y distribuir la entrega de los juguetes. Y también están las iglesias de distintas denominaciones. Catholic Charities, desde hace más de 100 años da ayuda alimentaria, apoyos navideños y espacios para dormir, entre otros. Lutheran Social Services da ayuda con alimentación, ropa, juguetes y refugios temporales, entre otros. Episcopal Church se distingue por dar asistencias financieras de emergencia a familias pobres, para necesidades inmediatas por enfermedad, problemas familiares y financieros, entre otros. United Methodist Church ofrece alojamientos temporales, alimentación, pago de facturas y apoyo contra las drogas, entre otros.
La Navidad de este 2022 será menos pesada para los hispanos más pobres en EU que el año anterior, “pero aún sigue siendo pesado y triste en muchos casos”, comenta Marina. “Al final de todo, se trata de la vida; hay que tener fe y mucho amor, tal y como nos lo dijo el Niño Dios, que es a quien celebramos cada año”.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.