En mayo de este año, la revista Time la puso en tapa con el título: "Los líderes de la próxima generación. Una adolescente en huelga por el planeta". En junio, fue la edición inglesa de Wired: "Influencer. Cómo una chica de 16 años se convirtió en la voz de la Tierra ". Hace dos semanas, fue la revista de moda masculina GQ, en la que se la ve preguntando desafiante: "¿Me escuchan?"
Greta Thunberg
nació en Suecia y el 20 de agosto de 2018 comenzó una huelga escolar como protesta para alertar y detener lo que ella llama "la guerra contra la naturaleza". Su protesta semanal ya cumplió un año.
Consiste en faltar a clases los viernes y plantarse frente al congreso de su país, Suecia, en demanda de bajar las emisiones contaminantes. El movimiento se ha replicado en países como Chile, México, España, Bangladesh...
Premiada y nominada al Nobel de la Paz , Greta lidera el movimiento llamado Fridays for Future y t ras un viaje de 15 días, la activista sueca de sólo 16 años y con síndrome de Asperger llegó a Nueva York tras cruzar el Atlántico en un velero "cero carbono".
La activista navegó desde Inglaterra hasta esta ciudad de EU para participar en la cumbre de las Naciones Unidas sobre Acción
Climática a fines de septiembre. El viaje lo hizo en barco ya que se niega a volar en avión por las altas emisiones provocadas por los viajes aéreos.
Al llegar a Manhattan, la ONU le dio la bienvenida con una flota de 17 coloridos veleros cerca del puente Verrazano-Narrows -que conecta los distritos de Brooklyn y Staten Island-, uno por cada meta de desarrollo sostenible. Además, decenas de personas se acercaron a darle su apoyo con carteles de bienvenida.
Al desembarcar y ser consultada sobre qué le diría al Presidente Donald Trump, Thunberg fue clara: "Mi mensaje para él es que simplemente escuche a la ciencia, obviamente él no lo hace".
Además, llamó a no destruir más la naturaleza, en referencia a los incendios que están devastando la Amazonía. Según dijo, los incendios en la mayor selva tropical del planeta "son una clara señal de que necesitamos parar de destruir la naturaleza y de que nuestra guerra contra la naturaleza debe terminar".
Thunberg tiene planes de viajar a Canadá y México antes de visitar Chile para la COP 25, que se realizará en diciembre.
La activista, quien se tomó este año sabático para concentrarse en su militancia por el clima, aún no sabe cómo regresará a Europa.
Diferentes organizaciones de defensa del medioambiente se dieron cita para recibir a la 'marinera', y mientras la esperaban entre una suave lluvia contemplaron entre vítores cómo las amplias velas negras del Malizia II se acercaban a puerto como si bailaran con la silueta de la estatua de la Libertad.
"Estamos aquí porque (la crisis climática) es una cuestión de justicia intergeneracional y los adultos no están haciendo nada", dijo a Efe la activista Vanessa Rule, cofundadora de la ONG "Mothers Outfront".
Junto a un grupo de madres defensoras del medioambiente, Rule se acercó hasta el pequeño muelle neoyorquino "para que Greta no se sienta sola".
"Aunque el Gobierno de Estados Unidos no está haciendo mucho por el cambio climático, hay mucha gente en Estados Unidos que está presionando por un futuro mejor", agregó.
Greta se ha convertido en fuente de inspiración para niños y adolescentes de todo el mundo, como Shiv Soin, un neoyorquino de 18 años que ha ido hasta el muelle con varias decenas de jóvenes de entre 14 y 18 años para mostrarle también su respaldo.
"Es un importante símbolo de lo que podemos hacer", dice a Efe este joven que junto a sus compañeros grita: "Queremos justicia climática, ¿cuándo la queremos?, ahora. ¿Y si ni no la conseguimos? Gritaremos".
Micrófono en mano, Greta aseguró que echará de menos la paz y la tranquilidad del océano, estar sentada sin hacer otra cosa que contemplarla y estar desconectada de todo y de todos.
Pero ahora ya está en tierra y retoma la lucha. Su próximo objetivo, la cumbre climática de la ONU y la conferencia sobre emergencia climática de Chile en diciembre, donde quiere movilizar todos los esfuerzos posibles para que los "líderes del mundo" fijen su mirada en la crisis climática y dejen de ignorarla.
"Hay que seguir, sé que puede parecer imposible y desesperanzador a veces (...), solo tienen que continuar, porque si lo intentan con la fuerza suficiente, el tiempo suficiente, marcarán la diferencia y si hay suficiente gente luchando por lo correcto cualquier cosa es posible", agregó.
Con información de La Nación de Argentina, El Mercurio de Chile y EFE
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