Google reformulará desde cero su proyecto para construir un centro de datos en Chile, cuya inversión estimada asciende a 200 millones de dólares, después de que salieran a la luz preocupaciones sobre su impacto ambiental, informó el gigante tecnológico.
“Confirmamos que Google comunicó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que no seguirá adelante con el proceso de solicitud de los permisos para el proyecto de instalación de un centro de datos en la comuna de Cerrillos” en Santiago, afirmó la empresa en un comunicado.
En 2020 el gigante de la tecnología había obtenido el permiso para la construcción de un centro de datos en la capital chilena. Sin embargo, en febrero un tribunal ambiental de Santiago revocó parcialmente los permisos concedidos y ordenó a la empresa "incorporar los efectos del cambio climático en la evaluación ambiental del proyecto”.
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Casi cuatro años después Google anunció que recomenzará el proceso tras reformular nuevas tecnologías que estén en línea con sus políticas ambientales, que incluyen una hoja de ruta para operar con energía libre de carbono hasta 2030 y el compromiso de refrigerar sus centros de datos de “manera consciente con el contexto climático”.
"En Google, la sostenibilidad está en el centro de todo lo que hacemos y la forma en que diseñamos y gestionamos nuestros centros de datos no es una excepción", completó la empresa en la nota.
Según explicó el Tribunal Ambiental de Santiago, el futuro centro de datos incluye dos edificios, dos patios eléctricos, oficinas administrativas, estacionamientos, garita de acceso, bodegas, una subestación eléctrica con una línea de transmisión subterránea de doble circuito, torres de enfriamiento y generadores eléctricos de emergencia con su estanque de combustible líquido integrado.
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Pese a que en un primer momento había concedido el permiso total para su construcción, la corte dio marcha atrás en la decisión después de recibir quejas de grupos de vecinos y también de la Municipalidad de Cerrillos sobre los potenciales riesgos ambientales derivados del proyecto y su operación.
En especial, apuntó el tribunal en su decisión del pasado 27 de febrero, en lo que se refiere a los recursos hídricos, ya que su funcionamiento podría afectar tres pozos del Acuífero Santiago Central y agravar la sequía que atraviesa desde hace años Chile, un país que “resulta altamente vulnerable a los efectos del cambio climático”.
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