Washington.— Estados Unidos bombardeó a milicianos en Irak y Siria, a los que responsabiliza de un ataque con cohetes en el que murió un contratista estadounidense, anunció ayer un vocero del Departamento de Defensa.

Las fuerzas estadounidenses realizaron “ataques defensivos de precisión” contra cinco sitios de Kataeb Hezbolá y las Brigadas de Hezbolá, grupo miliciano iraquí respaldado por Irán, en los que murieron 15 combatientes, entre ellos comandantes, detalló Jonathan Hoffman.

“En respuesta a los ataques repetidos de Kata’ib Hizbulá sobre bases iraquíes que albergan a fuerzas de la coalición, Estados Unidos ha realizado ataques defensivos de precisión que degradarán su capacidad para futuros ataques a la coalición”, añadió Hoffman.

Estados Unidos culpa a esta milicia de un ataque con cohetes el viernes, en el que murió un contratista de defensa estadounidense en un complejo militar cerca de Kirkuk, en el norte de Irak. Los agresores lanzaron hasta 30 cohetes.

Los aviones golpearon tres sitios de la milicia en Irak y dos en Siria, incluyendo depósitos de armas y las bases de mando y control.

Cazas F-15 Strike Eagles de la Fuerza Aérea efectuaron los ataques, dijo un funcionario estadounidense que no estaba autorizado para dar detalles. En las instalaciones de almacenamiento de armas se escucharon explosiones secundarias significativas.

Los bombardeos de los cazas limitarían la capacidad de la milicia para emplear ataques futuros contra Estados Unidos y sus aliados iraquíes.

El domingo por la noche, el Pentágono bombardeó tres veces la sede de las Brigadas de Hezbolá en la frontera entre Irak y Siria, matando a cuatro milicianos, dijo el Comando de Operaciones Conjuntas de Irak.

“La sede de la Brigada 45 de la Multitud Popular en las zonas de Al Salum y Al Harach (...) fue blanco de tres ataques aéreos estadounidenses, que causaron la muerte de cuatro combatientes e hirieron a treinta miembros” de la brigada, detalló.

En la noche, un responsable de los servicios de seguridad de Estados Unidos informó del impacto de cuatro cohetes cerca de una base militar al norte de Bagdad, poco tiempo después del bombardeo. “Cuatro misiles Katiusha cayeron esta noche cerca de la inmensa base militar iraquí de Taji, al norte de Bagdad, que alberga a soldados estadounidenses” sin dejar heridos.

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