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San José. – Venezuela pareció encaminarse a mediados de este mes a una salida democrática y electoral a la peor crisis general de su historia, con pactos directos de chavistas y antichavistas e indirectos de Washington y Caracas, pero el dominó se volvería a trabar con la designación el domingo anterior en elecciones primarias de la opositora venezolana María Corina Machado como candidata a la presidencia para los comicios de 2024.
Si el régimen de Venezuela impide que Machado compita en 2024 al aducir que está políticamente inhabilitada, el entarimado de las elecciones se derrumbaría —otra vez— por falta de garantías. Estados Unidos podría restablecer las sanciones petroleras a Caracas y que, para facilitar los avances de octubre de 2023, decidió flexibilizar el 18 de este mes con mediación de Qatar tras los acuerdos sobre comicios transparentes a los que opositores y oficialistas llegaron el 17 en Barbados.
El futuro del dominó dependerá de tres actores, ya que si el presidente de Venezuela, el izquierdista Nicolás Maduro, incumple sus promesas de Barbados, EU retrocederá y reactivará las medidas punitivas sobre el crudo venezolano y la oposición podrá denunciar la violación de los arreglos suscritos en esa diminuta isla del Caribe. Si EU o los opositores desacatan en su parte, Maduro podrá acusarlos de irrespetarlos.
Para la comunicadora social venezolana Griselda Colina, directora del (no estatal) Observatorio Global de Comunicación y Democracia, de Caracas, y rectora o magistrada del Consejo Nacional Electoral (CNE) de 2021 a 2023, hay piezas cruciales surgidas de Barbados: lo que no se firmó, como la inhabilitación política de Machado.
“Lo no firmado en Barbados, pero sí acordado, también forma parte de una nueva fase de la negociación en la que el acuerdo por garantías y derechos políticos tiene un mayor foco como contraprestación de una flexibilización temporal de sanciones sectoriales (de EU) y la liberación de presos políticos”, dijo Colina a EL UNIVERSAL.
La primaria “de las fuerzas democráticas (es) un primer desafío para mostrar voluntad de cumplir este acuerdo. El primer punto (…) destaca el respeto a los mecanismos internos de cada actor para seleccionar a sus candidatos”, añadió.
Al subrayar que “eso pasa no solo por permitir que las amenazas que se cernían sobre la primaria no se concretaran, pero también porque se respeten los resultados”, recalcó que “el domingo 22 los venezolanos fuimos testigos de un evento democrático”.
Washington justificó los castigos petroleros que dictó contra Caracas a partir de 2017 y otros actos económicos que estableció en 2014, en que Maduro violó los derechos humanos y rompió el orden democrático en Venezuela.
EU siempre condicionó el levantamiento de represalias a que el régimen venezolano, que se instaló desde 1999, aceptara las vías para restablecer la democracia, admitiera que las elecciones se ajustaran a libertad, equidad y transparencia y desistiera de aprovecharse de sus ventajas de mando autoritario para controlarlas y manipularlas.
La oposición y el oficialismo rubricaron dos documentos el 17 en Barbados, uno para defender la integridad territorial de Venezuela y otro con líneas básicas para realizar elecciones en el segundo semestre de 2024, respetar las normas constitucionales, efectuar auditorías, ordenar la actualización del padrón (dentro y fuera del país) y aceptar observadores extranjeros para verificar resultados.
También definieron que los aspirantes presidenciales tengan acceso incondicional a los medios informativos, disfruten de libertad de expresión, dispongan de seguridad y puedan movilizarse sin restricciones por territorio venezolano, entre otras líneas.
Pero el factor Machado, de derecha y principal figura femenina antichavista, volvería a bloquear todo, en un país que desde 2014 se hundió en el más agudo conflicto político, socioeconómico e institucional.
Maduro insistió esta semana en que Machado jamás podrá participar en las elecciones de 2024 por estar políticamente inhabilitada. Machado fue castigada en 2015 por denunciar la presencia de tropas cubanas en las fuerzas militares venezolanas y en 2023 por respaldar las sanciones económicas internacionales a Venezuela.
La Contraloría General de Venezuela anunció en julio anterior que la inhabilitación a Machado de 2015, en un inicio de 12 meses, se prolongará a 2030 y sin posibilidad de postularse a cargos de elección popular.
Con el arrollador triunfo de Machado en las elecciones primarias opositoras del domingo anterior, con más del 93% que la reconfirmó como una rival con rango de peso pesado para derrotar a Maduro en las urnas, cundió el temor de que… la breve luna de miel de octubre habría quedado en una brisa pasajera.
En otro choque, Maduro acusó anteayer al antichavismo de “vender un megafraude al mundo” con las primarias e intentar una “jugada” con fines perturbadores hacia la contienda de 2024.
El presidente de la Asamblea Nacional (Congreso), el chavista Jorge Rodríguez, insistió ayer en el “fraude” de las primarias y en que “hubo una violación flagrante”, porque un punto acordado en Barbados “dice que hay que cumplir” con requisitos en esos comicios y celebrarlos bajo el aval del CNE.
“Si querían cumplir” con esos términos “tenían que hacer elecciones” con el CNE, que “tiene la potestad exclusiva de realizar elecciones, precisamente para evitar que vengan cuatro pillos a robarse la voluntad popular”, recalcó, al aludir a que las primarias opositoras fueron autogestionadas y sin el Consejo.
Al denunciar que “lo que hubo el domingo no fue una elección”, Rodríguez adujo que fueron unas primarias “mancilladas” y “violadas” al carecer de auditorías de registro y de votos y verificación internacional.
El nuevo panorama está bajo análisis de EU, con dudas sobre la validez de reimponer las sanciones.