El gobierno de Venezuela enterró ayer el cuerpo del ex agente Óscar Pérez, quien murió el pasado 15 de enero junto a otras seis personas durante un operativo de las fuerzas de seguridad.

Sin atender los deseos de la familia y en presencia de sólo dos parientes, las autoridades trasladaron el cadáver, durante la madrugada, de la morgue al cementerio del este de Caracas. En el sepelio estuvieron presentes la tía y la prima del piloto.

Según el acta de defunción, Pérez murió, al igual que cinco de sus compañeros, por un disparo en la cabeza.

El sábado fueron enterrados José Díaz Pimentel y Abraham Agostini, dos de los integrantes del grupo que se alzó contra el gobierno de Nicolás Maduro. Los otros cuatro difuntos, los hermanos Jairo y Abraham Lugo, Lisbeth Ramírez y Daniel Soto, fueron sepultados bajo medidas parecidas en sus lugares de origen.

“Como ellos tienen más rango que uno, ellos son los que mandan. Ellos lo decidieron así y nuestra palabra no tuvo valor. Querían evitar que la población viniera a apoyarle”, dijo a periodistas Maryori Perdomo, prima del ex agente.

“Toda Venezuela sabe quién es Óscar Pérez y qué quería para esta sociedad”, agregó la joven, quién aseguró que su primo fue “un héroe” que luchó por la “justicia”.

Perdomo denunció que se les prohibió usar sus teléfonos móviles antes y durante el entierro, y también que se les negó velar el cuerpo.

Una vez que se retiraron los militares, otros parientes, amigos y simpatizantes de Pérez llegaron hasta su tumba para cubrirla con flores la bandera venezolana. Su madre, esposa e hijos se encuentran fuera del país.

En el lugar, ante decenas de personas, un sacerdote ofició una misa.

Entre los asistentes estaba Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, quien pidió que se esclarezca “si hubo o no una ejecución”.

Ex embajador dispuesto a volver. El ex embajador de Venezuela ante la ONU y ex jefe de la estatal PDVSA, Rafael Ramírez —a quien la Fiscalía General le abrió un proceso por presunta corrupción—, anunció ayer que está dispuesto a retornar al país si el presidente Nicolás Maduro acepta ciertas condiciones.

“Reto al presidente Maduro a que me dé garantías para volver”, dijo Ramírez en un artículo de opinión que publicó en el diario regional Panorama en el que pidió el cese de la “persecución política”, la “censura”, y las investigaciones.

El ex ministro de Petróleo dejó a inicios de diciembre la embajada de Venezuela en Naciones Unidas luego que Maduro le pidiera la renuncia y se desconoce cuál es su paradero. La salida de Ramírez se dio poco después que las autoridades venezolanas detuvieran a Diego Salazar, primo del ex embajador, por una investigación sobre lavado de dinero.

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