Dubai.— Arabia Saudita prometió ayer contraatacar ante eventuales sanciones, un día después de que el presidente Donald Trump amenazara con infligir un “castigo severo” al gobierno de Riad si se demostraba su responsabilidad en la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, mientras los aliados europeos y Estados Unidos aumentaban la presión.
La desaparición del saudita podría tener consecuencias significativas en el programa de reformas, especialmente económicas, impulsadas por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
Un día antes, en una entrevista con el canal de televisión CBS, Trump, gran aliado de Arabia Saudita, consideró que el reino podría estar detrás de la desaparición de Khashoggi, colaborador de The Washington Post.
Jamal Khashoggi, editorialista crítico con el poder de Riad se presentó el 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul, para obtener un documento necesario para su futuro matrimonio.
Si las autoridades sauditas son responsables, habrá “un castigo severo”, dijo Trump.
Riad, que desmiente cualquier implicación en el posible asesinato del periodista —exiliado en Estados Unidos desde 2017—, rechazó “íntegramente cualquier amenaza o intento de debilitarlo, a través de amenazas de sanciones económicas o mediante presiones políticas”.
Si se aplican sanciones, el reino “replicará a cualquier medida con una aún mayor”, declaró un alto responsable saudita que guardó anonimato.
Responsables turcos afirmaron que el periodista fue asesinado dentro del edificio por agentes sauditas. Riad afirma, en cambió, que salió del consulado. AFP