Santa Cruz de la Palma.—Debido a que los daños causados por la erupción del volcán de Cumbre Vieja van en aumento, el gobierno español ha declarado La Palma zona catastrófica y ha aprobado ayudas por 10.5 millones de euros (unos 12.2 millones de dólares), de los que 5.5 millones de euros serán para la compra de 107 viviendas y el resto para la adquisición de enseres de primera necesidad, como electrodomésticos, entre otros, a través de un procedimiento de “tarjeta-monedero”.
Se trata de la primera fase de la ayuda, ya que habrá una segunda etapa en la que, cuando cese la erupción, se procederá a un “Plan de Reconstrucción de La Palma”, que consistirá en la reparación y restauración de daños en las casas, infraestructuras viarias, hidráulicas, explotaciones ganaderas, cultivos, zonas forestales y equipamientos públicos, así como la promoción del turismo y la dinamización industrial.
Es un paquete de “ayuda inmediata para los palmeros y palmeras que siguen desolados por el avance de la lava y que lo han perdido todo”, dijo a la prensa la portavoz del gobierno, Isabel Rodríguez.
Las ayudas se amparan en la declaración de zona catastrófica para esta isla de 85 mil habitantes del archipiélago de Las Canarias, afectada desde hace ocho días por la erupción del volcán Cumbre Vieja.
Hasta el momento, la lava ha cubierto 258 hectáreas y ha afectado a 686 edificaciones, de las cuales 589 están destruidas, según el último recuento del sistema europeo de observación terrestre Copernicus, mientras que el número de personas evacuadas es de cerca de 6 mil.
Asimismo, se aseguró que se restablecería la movilidad y el transporte de personas, tras la destrucción, hasta el martes, de 21 kilómetros de carreteras, y la concesión de subsidios de desempleo.
La noche de este martes, la lava del volcán alcanzó el mar, anunció el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). Cayó desde unos 100 metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte. Según la televisión regional, el contacto tuvo lugar pocos minutos después de las 23 horas locales.
Este momento, esperado desde hace días, generaba inquietud porque el contacto de la lava, a más de mil grados centígrados, con el mar podía generar explosiones, olas de agua hirviendo, o incluso, nubes tóxicas, según la página del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
En prevención, los vecinos de las zonas más cercanas habían sido confinados para evitar que pudieran entrar en contacto con los gases tóxicos.
Las casas “ahora mismo están a dos kilómetros, hay seguridad suficiente, no creo que lleguen los gases a esos barrios”, afirmó a la televisión Juan Miguel Rodríguez, alcalde de Tazacorte, la localidad aledaña a la zona donde la lava llegó al mar.