Washington
.- La administración del presidente Donald Trump comenzó a denegar, desde este martes, los permisos de trabajo a los solicitantes de asilo que crucen a Estados Unidos sin autorización, haciendo más difícil que los inmigrantes puedan subsistir mientras esperan que un juez defina sus casos.
“Esto es un juego del gobierno de Trump para acabar con los procesos de asilo”, dijo a EFE la abogada de inmigración Dulce García, directora de Border Angels.
Bajo los nuevos lineamientos, propuestos en noviembre de 2019, los migrantes deben esperar 365 días desde el día que presentan sus solicitudes de asilo antes de poder aplicar para un permiso de trabajo. Antes el periodo era de 150 días.
Además, descalifica a quienes cruzaron ilegalmente la frontera de poder solicitar los permisos de trabajo.
En su momento, Ken Cuccinelli, director interino de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía ( USCIS , por sus siglas en inglés), argumentó que la reforma estaba diseñada “para restaurar la integridad del sistema de asilo y reducir el incentivo de presentar una solicitud con el objetivo principal de obtener una autorización de trabajo”.
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