El gobierno del presidente Donald Trump está considerando suspender o limitar el ingreso a Estados Unidos a quienes provengan de países cuyos ciudadanos suelen exceder los tiempos de estancia de sus visas , una propuesta similar a las controversiales restricciones migratorias que buscó el mandatario durante su primer año en el poder.
De acuerdo con un memorando enviado el lunes por el mandatario, Trump instruye a su gobierno a examinar la manera de reducir las permanencias tras la expiración de visados ya sean empresariales o de turista, como parte del renovado enfoque para frenar la migración de cara a las elecciones de 2020.
Además señala que el gobierno sopesa el desarrollo de “bonos de admisión” —las personas que ingresan al país deberían pagar una cuota que les sería reembolsada a su salida— en un intento por mejorar el cumplimiento de los plazos establecidos en las visas .
“Tenemos leyes que necesitan seguirse para mantener a salvo a los estadounidenses y proteger la integridad de un sistema en donde, en este momento, hay millones de personas que hacen fila para venir a Estados Unidos en busca del Sueño Americano ”, dijo Trump en un comunicado.
Los casos de personas que exceden sus visados superan en número a los cruces fronterizos ilegales, de acuerdo con el Centro de Estudios Migratorios , una organización apartidista. Algunos de los países con altas tasas de personas que permanecen tras la expiración de su visa son Chad, Yibutí, Eritrea, Liberia, las Islas Salomón, Benín y Burkina Faso. Las autoridades señalan que hay 20 naciones cuyas tasas exceden el 10%.
El memo otorga a los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional un plazo para presentar recomendaciones, incluyendo la posibilidad de limitar la duración de las visas.
La idea de imponer restricciones a los países con altos índices de permanencia forma parte de una larga lista de propuestas que sopesan las autoridades en su intento por complacer a un presidente que ha expresado su frustración ante el enorme número de migrantes en la frontera mientras intenta cumplir con sus promesas de la campaña de 2016 y revigorizar a sus simpatizantes de cara a 2020.
Las propuestas han sido desde las extremas —incluyendo la amenaza de Trump de cerrar por completo la frontera sur y retomar la sumamente criticada práctica de separar a los menores de sus padres— hasta variaciones más sutiles al sistema de migración legal.
Se trabaja también en planes para que los agentes de la Patrulla Fronteriza, y no los funcionarios de asilo, realicen las entrevistas iniciales a fin de determinar si los solicitantes de asilo tienen “miedo creíble” de volver a sus países de origen.
Además, el gobierno ha sopesado la posibilidad de tomar medidas respecto al pago de remesas que las personas que están ilegalmente en el país envían a sus familiares, así como proseguir con planes de sancionar a los inmigrantes que están legalmente en Estados Unidos por el uso de prestaciones sociales como los cupones para alimentos.
lsm