La ministra de Relaciones Exteriores sudanesa, Mariam al Sadeq al Mahdi , aseguró este sábado en una entrevista con la AFP que ni ella ni el primer ministro depuesto, Abdalá Hamdok , negociarán con los militares que ejecutaron un golpe de Estado "grotesco", que supuso el "arresto de un pueblo entero".

El pasado lunes, el general Abdel Fattah al Burhan retuvo en su domicilio al jefe del gobierno y anunció la disolución de las instituciones de este país pobre, marcado por décadas de crisis económica y conflictos.

Desde entonces, Hamdok pudo regresar a su domicilio en la capital Jartum, pero sigue sin disponer de libertad de movimientos, según la ONU.

La ministra de Exteriores, entrevistada telefónicamente por la AFP, logró no ser detenida y el viernes se reunió incluso con el encargado de negocios estadounidense en Sudán para hablar sobre la transición democrática ahora interrumpida.

"En estas circunstancias, estamos viviendo el arresto de un pueblo entero, porque no podemos comunicarnos con los otros (...) Tenemos que delegar en gente que nos llama del extranjero y pedirles que se comuniquen con otras personas en Sudán de nuestra parte", explicó la ministra, mientras seguía con atención las multitudinarias manifestaciones contra el golpe militar celebradas este sábado.

"Hamdok es un nacionalista, un hombre culto y un político, él no participará en este acto grotesco llevado a cabo por los golpistas", afirmó Mahdi, a pesar de que algunas informaciones en la prensa insinuaron que el general Burhan contempló el nombre de Hamdok para que presidiera el nuevo gabinete gubernamental, que los golpistas prometieron anunciar pronto.

La ministra de Exteriores sudanesa es hija de Sadeq al Mahdi, el primer jefe de gobierno elegido democráticamente en Sudán y al que echaron del poder con un golpe de Estado perpetrado en 1989 por el general Omar al Bashir.

Treinta años más tarde, el ejército escuchó la voluntad de miles de manifestantes y puso fin a la dictadura de Bashir.

En el pasado, "defendí a los militares, ya que apoyaron al pueblo sudanés" contra el dictador Bashir, reconoce Mahdi.

Pero ahora, prosigue, "resulta imposible dialogar con ellos", después de "la traición del 25 de octubre, que es un acto muy, muy, muy lamentable".

La responsable condena el golpe por su carácter "ilógico e irresponsable" y por ir "contra la voluntad del pueblo sudanés, que no quiere un poder militar y lo está diciendo en las calles".

Según Mahdi, "la única solución es volver a la declaración constitucional y liberar inmediatamente a todos los prisioneros políticos".

En 2019, una alianza entre militares y civiles logró que en Sudán se celebraran las primeras elecciones libres en más de tres décadas y entonces se ratificó una "declaración constitucional", que preveía la creación de un Consejo de Soberanía formado por militares y civiles y de un primer gobierno, como primera etapa para convertir el país en una democracia.

Varias instituciones que debían ser creadas durante esta transición, como el Parlamento o el Tribunal Constitucional, no llegaron a ver la luz y este proceso está en la cuerda floja tras el golpe del pasado lunes.

Desde entonces, la lista de responsables que se oponen al golpe de Estado que han sido detenidas no para de crecer. Entre ellas se encuentra Sedig al Sadeq al Mahdi, hermano de la ministra y número dos del partido Umma, la formación política más importante de Sudán.

"No tenemos ninguna noticia de ellos desde que fueron detenidos", lamenta Mahdi, que también fue encarcelada durante el régimen de Bashir.

Desde el lunes, las comunicaciones telefónicas y el servicio de internet están cortados o funcionan muy mal, una situación que la comunidad internacional ha pedido que termine inmediatamente.

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afcl

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