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Bruselas.— Tras la renuncia de los ministros nacionalistas flamencos de la coalición gubernamental por divergencias profundas, debido al Pacto de la ONU para las Migraciones, el primer ministro belga, Charles Michel, se colocó a la cabeza de un gobierno minoritario ayer.
Las renuncias fueron “aceptadas” por el rey, luego de una entrevista con Michel, quien le presentó el nombre de los ministros que heredan las carteras vacantes (Interior, Finanzas, Defensa y Migración).
“Lamento que hayamos llegado a esto”, declaró el primer ministro a la televisión RTL-TVI.
“Es una coalición responsable (...) la que se instala”, prometió y llamó al “diálogo con el Parlamento”, pues realizar elecciones anticipadas “puede bloquear al país por un año”.
En conferencia de prensa, Michel fijó sus tres prioridades: poder adquisitivo, seguridad y política climática, en respuesta a un “llamado fuerte” de los ciudadanos.
Michel defendió que Bélgica se había “comprometido” con el Pacto de la ONU y que la N-VA había participado en las negociaciones, por lo que su cambio de opinión hace unas semanas para pedir la abstención creó una “profunda división”.
“El pacto es importante porque da la oportunidad de tener una mejor cooperación internacional. Ningún país puede resolver esta cuestión solo”, dijo a la televisión RTL.
La crisis de gobierno venía gestándose en los últimas semanas desde que los nacionalistas flamencos, que en principio dieron su apoyo, anunciaron que se oponían a firmar el pacto por considerar que minará la soberanía de Bélgica en materia de inmigración, pese a no ser vinculante.
El ex ministro de Interior Jan Jambon, de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA, nacionalistas flamencos), confirmó a la televisión pública RTBF que él mismo y los demás ministros de su partido dimitían. “Está claro, clarísimo”, dijo, poniendo fin a horas de confusión.
Con esta salida de la N-VA, bastión de la coalición belga, Michel se quedó al frente de un gobierno en minoría en el Parlamento, a sólo cinco meses de las elecciones legislativas previstas para finales de mayo.
El gobierno se ha tambaleado a menudo desde hace cuatro años por las tomas de posiciones de la N-VA sobre migración consideradas radicales .
El presidente del partido, Bart De Wever, lanzó el sábado por la noche un ultimátum a Michel, dando a entender que la N-VA se iría si el primer ministro viajaba a Marrakech el domingo para aprobar el pacto de la ONU en nombre de Bélgica.
La N-VA era el único de los cuatro partidos de la coalición opuesto a este texto, que se votará el lunes y el martes en Marruecos por los países de la ONU, antes de ser ratificado durante una votación en Nueva York el 19 de diciembre.
