Miami.— De Texas a Washington y California y de Florida a Massachusetts, cientos de migrantes han sido enviados en autobuses, o en avión, por gobernadores republicanos, en lo que demócratas y grupos defensores de los derechos humanos han denominado “una burla que debe tener consecuencias legales” contra los responsables.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, está enviando migrantes sin papeles a Washington, en el barrio donde vive la vicepresidenta Kamala Harris, y a California, considerado estado santuario y donde gobierna uno de los demócratas más liberales de la Unión Americana, Gavin Newsom. Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, es responsable de enviar a otro grupo de Texas a Florida y de ahí a Massachusetts; a la isla de Martha’s Vineyard, un área de multimillonarios donde presidentes estadounidenses gustan pasar sus vacaciones.
En ambos casos, los gobernadores aseguran querer enviar un fuerte mensaje a los votantes estadounidenses sobre el desbordamiento de la migración sin que el gobierno, entiéndase los demócratas, hayan tomado cartas en el asunto de manera seria y contundente.
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Sin embargo, a decir de abogados, las acciones de los gobernadores republicanos podrían constituir un delito por el que podrían terminar en el banquillo de los acusados. “Hay un crimen de tráfico de personas, es ilegal lo que hicieron”, dice a EL UNIVERSAL Domingo Garcia, abogado de profesión y presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés).
Ser políticos, agrega, no los exime de una investigación. “Ese delito se persigue afuera y dentro de las fronteras de Estados Unidos. Lo que han hecho es usarlos como propaganda política y han abusado de sus derechos”.
Varios de los migrantes transferidos denunciaron haber sido engañados. “Se nos ofreció llevarnos a Boston, donde nos iban a dar trabajo”, declararon a medios de comunicación. Igual sucedió con quienes llegaron a California y Washington.
Al respecto, José Jordán, abogado especialista en migración, dijo que “técnicamente, si transportas a alguien, sin que ellos sepan a dónde van, ahí podría encontrarse una acción criminal, como secuestro; y si no traen papeles, peor, eres un traficante de personas”. Incluso, advirtió que los choferes que trasladan a los migrantes “por órdenes de un gobernador o los pilotos que vuelan aviones con migrantes [sin papeles], podrían ser considerados polleros”.
Los gobernadores, dijo, podrían ser señalados como “cómplices de conspiración”, al haber ordenado los traslados.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, tendrá que enfrentar una demanda interpuesta el 20 de septiembre en el tribunal federal de Boston, por el grupo de migrantes venezolanos que fueron llevados a la isla Martha’s Vineyard. A esto se suma una investigación que abrió el alguacil de Bexar, Texas, Javier Salazar, porque todos los migrantes trasladados salieron inicialmente de Texas. “Un alguacil está suscrito a su territorio y no tiene autoridad para ordenar alguna detención, eso lo hacen los jueces; pero su investigación podría sumarse a las demandas que sigan saliendo”, comenta Jordán.
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A decir de analistas, el envío de migrantes no es sino una estrategia republicana para ganar más seguidores y votos, de cara a las legislativas de noviembre y las presidenciales de 2024. “Es el método Trump”, señala Jordán, explicando que ese tipo de acciones “mueve a las bases republicanas contra los migrantes. Hazlos [a los migrantes] responsables de todos los problemas y de no respetar al país y vas a tener a millones de votantes detrás de ti, lastimosamente”.
Newsom, gobernador de California, ya pidió al Departamento de Justicia de Estados Unidos que haga un seguimiento de los hechos para abrir una investigación sobre el uso político de los migrantes, lo que podría derivar en actos criminales o civiles. Las previsiones son que este tipo de situaciones donde los migrantes son usados políticamente por republicanos se intensificarán.
“Esto se va a poner peor; yo creo que, ahorita, el gobernador de Florida, DeSantis; y el de Texas, Abbott, están haciendo todo esto para su beneficio político porque ambos quieren correr para la presidencia (...) Quieren recaudar todos los votos de Donald Trump”, afirma Jordán.
Los votantes están divididos sobre lo que los gobernadores están haciendo con los migrantes. “Estoy de acuerdo con lo que hicieron”, dice a este diario Gerardo Gray, “Kamala Harris, la zar fronteriza, no ha abordado este problema que afecta a nuestras ciudades fronterizas. Tengo la esperanza de que (...) sea una llamada de atención para que nuestra nación finalmente aborde este problema evidente. Nuestras fronteras definitivamente no son seguras”.
Para Ignacia Ramírez, los gobernadores están usando “a los inmigrantes como balones de futbol en sus agendas políticas”. Lo que se requiere, subrayó, es una reforma migratoria. “Este problema ha estado en un segundo plano demasiado tiempo”.
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