Montgomery, Alabama.— La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, firmó ayer la ley antiaborto más estricta de Estados Unidos, que contempla un siglo de prisión para los médicos que lo practiquen y tiene como fin llevar el debate a la Corte Suprema de Justicia.
“Esta legislación es un poderoso testamento de las firmes creencias de los residentes de Alabama de que cada vida es preciosa y es un regalo sagrado de Dios”, dijo Ivey en un comunicado divulgado tras firmar la legislación, aprobada por el Senado sin excepciones en casos de incesto o violación.
Más temprano, activistas que defienden el derecho al aborto dijeron que buscarán bloquear la ley. Leana Wen, presidenta de la Federación de Planificación Parental de Estados Unidos, mencionó que el grupo presentaría recursos judiciales contra la medida si entra en vigencia.
“No tenemos opción. Para nosotros, esto tiene que ver con las vidas de nuestros pacientes”, indicó Wen a periodistas. “Tenemos que presentar demandas. Estamos hablando de los derechos de las generaciones por venir”.
Planificación Parental se sumó a la Unión de Libertades Americanas en una demanda en Ohio por una reciente prohibición al derecho al aborto aprobada hace seis semanas. Este año se han presentado a debate legislativo proyectos de ley para restringir los derechos al aborto en 16 estados. Si la ley de Alabama es promulgada, prohibirá el aborto en todos los casos, a menos que la salud de la madre esté en riesgo.