Nueva York.— El asediado gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reiteró ayer su negativa a renunciar, pese a las peticiones de influyentes compañeros demócratas, debido a un escándalo de acoso sexual.
“No voy a renunciar por acusaciones”, aseveró el gobernador después de que Andrea Stewart-Cousins, líder del Senado de Nueva York, dijera que debería abandonar su cargo “por el bien del estado”. “No hay forma de que renuncie”, repitió Cuomo.
Stewart-Cousins puntualizó en un comunicado que las acusaciones de acoso contra Cuomo por parte de exayudantes se produjeron en un momento crítico, cuando el Estado lucha contra el Covid-19 y en medio de acusaciones de que la administración de Cuomo manejó mal su respuesta inicial a la pandemia.
“Necesitamos gobernar sin distracciones diarias. El gobernador Cuomo debe dimitir”, afirmó. Carl Heastie, el líder demócrata de la Cámara Baja, emitió un comunicado poco después: “Creo que es hora de que el gobernador considere seriamente si puede satisfacer de manera efectiva las necesidades de la gente de Nueva York”, dijo en el texto difundido por The New York Times.
Cuomo, inicialmente elogiado por el manejo de la pandemia en su estado, ha sufrido una caída espectacular en la opinión pública, y los republicanos también pidieron su renuncia.
Ayer mismo, otras dos mujeres lo acusaron de conducta inadecuada. Los testimonios, de Karen Hinton y Ana Liss, presentados por separado a los diarios The Washington Post y The Wall Street Journal, son de profesionales que trabajaron en el pasado con Cuomo y se suman a los de otras dos mujeres que alegan que el político las acosó. Cuomo pidió el miércoles perdón a las mujeres que pudo haber hecho sentirse “incómodas”, pero dijo que “no fue intencionado”.