Luego de que el ejército de Estados Unidos derribara tres “objetos no identificados” por orden de Joe Biden -la mayoría de ellos, calificados en principio como “globos espía”-, un grupo de aficionados oriundos de Illinois, Chicago , habría resuelto el misterio detrás del “cilindro pequeño” que sobrevoló Alaska el 11 de febrero.
De acuerdo con un artículo de The Guardian, la “ Brigada de Globos con Tapas de Botella ” de Illinois contó que una de sus naves “desapareció en acción” el mismo día que un avión F-22 de las FF.AA. estadounidense sobrevoló el territorio canadiense de Yukon y tiró abajo una entidad aerotransportada con un proyectil Sidewinder.
Si bien el grupo de aficionados no vinculó los dos eventos, la trayectoria del globo antes de su último check-in electrónico -registrado a las 12.48- de ese día sugiere una conexión con su desaparición manos de un misil, cuando levaba seis vueltas al mundo y cumplía su día 124 de viaje.
La última altitud registrada del globo fue 11.560 metros, mientras estaba cerca de la isla Hagemeister, una masa terrestre de 300 km2 al norte de la bahía de Bristol.
Además, este tipo de objetos voladores -que logran alcanzar una altitud similar a la de los aviones comerciales- tienen incorporadas ciertas piezas tecnológicas que podrían parecer sospechosas. Entre ellas, rastreadores, paneles solares y paquetes antenas. Normalmente, son llenados con gas.
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Una alerta que no fue escuchada
El fundador de Scientific Balloon Solutions , Ron Meadows , que tiene una empresa fabricadora de globos especialmente diseñados para aficionados, educadores y científicos, dijo al medio británico haber intentado alertar a las autoridades de la administración Biden sobre el avistamiento pero su opinión fue rechazada.
“Intenté ponerme en contacto con nuestro ejército y el FBI para tratar de ilustrarles lo que probablemente haya sido muchas de estas cosas”, reveló.
De ser este el desenlace sobre la aparición de uno de los misteriosos “objetos no identificados” que tuvo en vilo a Estados Unidos en las últimas semanas, significaría que el ejército norteamericano gastó un misil de 430.000 dólares para derribar un objeto volador de no más de 12 dólares.
El descubrimiento se produce luego de que funcionarios estadounidense dijeran que los tres globos alcanzados tras las destrucción del globo espía chino probablemente fuesen benignos y tuvieron fines comerciales o estaban siendo para tareas de investigación climática.
Biden reforzó aquella idea durante una conferencia de prensa el jueves, desde la Casa Blanca. Si bien afirmó “no saber exactamente qué eran”, aclaró: “Nada en este momento sugiere que estuvieran relacionados con el programa de globos espía de China o que fueran vehículos de vigilancia de cualquier otro país”.
“La evaluación actual de la comunidad de inteligencia es que estos tres objetos eran en su mayoría globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación que estudiaban el clima o realizaban otras investigaciones científicas”, profundizó.
Para finalizar, enfatizó en que Estados Unidos no dudará en derribar objetos que representen o puedan llegar a representar algún tipo de amenaza tanto para su país “No se equivoquen. Si algún objeto representa una amenaza para la seguridad del pueblo estadounidense, lo retiraré”, aseveró.
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