El vicepresidente sin funciones de Ecuador, Jorge Glas, insistió ayer en que no hay pruebas en su contra del presunto delito de asociación ilícita del que es acusado por la trama de supuestos sobornos de Odebrecht.
Al inicio del cuarto día de la audiencia de juzgamiento, Glas dijo que hasta ahora la ciudadanía no puede ver una prueba en su contra, “porque no existe” y porque no ha cometido “delito alguno”.
Aseguró que no conoce a la mayoría de las personas que se encuentran entre los procesados en el juicio, al que se ha llamado a un total de 13 presuntos autores del delito de asociación ilícita, cuatro de los cuales están prófugos.
“Me dibujan como que soy el jefe de una supuesta banda, y ¿cómo puede ser eso posible cuando ni siquiera conozco a la mayoría de las personas procesadas?”, cuestionó Glas, quien añadió que las acusaciones “tienen que ser probadas dentro de las audiencias, y hasta ahora no han sido probadas de ninguna manera”.
Glas, a quien el presidente Lenín Moreno le retiró las funciones en agosto por diferencias políticas, recalcó que “nadie ha presentado algún correo electrónico que yo haya intercambiado con nadie respecto al tema de Odebrecht”.
Defendió ante los medios que un informe policial presentado en el juicio omitió los testimonios de testigos que han sido llamados a comparecer y que, en su opinión, probarían su inocencia.
En tanto, en Perú un juez ordenó ayer el impedimento de salida del país de la ex alcaldesa izquierdista de Lima, Susana Villarán, sospechosa de haber recibido ilegalmente dinero de las empresas brasileñas Odebrecht y OAS.
El juez ordenó que la medida se aplique durante ocho meses y también incluyó en ella al ex gerente municipal de la gestión de Villarán, José Miguel Castro.
En su resolución, el juez consideró que existen testimonios y llamadas telefónicas que necesitan ser verificados por la fiscalía. Villarán, quien acudió a la audiencia judicial, negó ser responsable de las acusaciones. Agencias