Desde que el video que muestra a un policía blanco de Minneapolis arrodillado sobre el cuello de George Floyd se volvió viral, ha sido casi imposible evitarlo.
Pero yo, una mujer negra, tomé la decisión de que no lo vería.
Me agota mental y físicamente ver a otra persona negra, desarmada, morir a manos de otro agente de la policía blanco.
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Sé que habrá muchas personas que me dirán que debería estar feliz de que el video se haya vuelto viral porque reveló la verdad: la existencia de un profundo problema social y sistémico que ha estado presente en Estados Unidos durante siglos.
Como periodista, ¿qué podría ser más importante para mí que revelar la verdad.
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Pero a lo largo de los años he descubierto que hay una línea muy fina entre exponer este tipo de actos horribles y salvaguardar mi salud mental.
Especialmente cuando los hechos están tan profundamente arraigados en mi experiencia propia.
Pienso que cualquiera que vea videos como este los encontrará angustiantes, pero para una persona negra como yo, estos videos tienen un efecto totalmente diferente.
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Y pueden desencadenar traumas.
Cuando hablé con Nia Dumas, una mujer afroestadounidense de 20 años que vive en Estados Unidos, me confesó que no podía dejar de llorar después de ver los últimos momentos de George Floyd.
"He llegado a llorar hasta cuatro veces al día desde que lo vi", dijo. "Ha sido muy traumático".
Nia vive en Cleveland, en el noreste de Estados Unidos , una ciudad donde ha visto mucha violencia.
Durante su infancia, ver imágenes de personas negras siendo asesinadas era casi constantes en su vida.
"Si no es George Floyd, entonces es alguien más. Es demasiado", agregó.
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"Para mí, ver su video me trajo recuerdos de cuando Trayvon Martin fue asesinado".
"Yo tenía alrededor de 11 años y es una locura cómo he estado viendo cosas así durante años. Estoy cansada de eso", dijo.
Trayvon Martin era un joven negro de 17 años que estaba desarmado y que fue asesinado a tiros por un vigilante en Florida.
Este último fue absuelto en 2012 por defensa propia.
El asesinato de Trayvon provocó el uso del hashtag Black Lives Matter por primera vez.
Desde entonces, el ahora famoso hashtag ha sido utilizado muchas veces, como me dijo Toni Adepegba, un hombre negro británico de 27 años, cuando hablamos sobre el racismo y su impacto en la salud mental.
"Ha sido un mes pesado", dijo, "tan solo unas semanas después de que apareció el video de Ahmaud Arbery. Apenas me había recuperado de ver las imágenes del asesinato de Ahmaud y luego pasó otra vez".
Ahmaud Arbery, un joven de 25 años, estaba trotando cuando lo mataron a tiros durante un enfrentamiento con un padre y un hijo en el estado de Georgia, en el sureste de Estados Unidos.
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Para Toni, ver los últimos momentos de George Floyd fue casi demasiado para asimilar.
"No tengo palabras para describir ese sentimiento. Simplemente me sentí abatido. Simplemente me sentí cansado porque yo podría haber sido cualquiera de esos hombres".
El mismo día, había visto otro video viral de una mujer blanca en el Central Park de Nueva York, que le pedía ayuda a la policía después de que un hombre afroamericano, un observador de pájaros, le pidiera que amarrara a su perro, algo que va en línea con las normas del parque.
"Esto fue un desencadenante para mí", explicó Toni, "porque expuso la dinámica en juego; ella era consciente del privilegio que tenía como mujer blanca sobre un hombre negro”.
"Ella sabía que podía hacer que arrestaran a este hombre o incluso que lo mataran con una llamada telefónica", agregó.
Toni no pudo ver el video completo de George Floyd.
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"Mi primera reflexión cuando lo vi fue: '¿Por qué la gente está parada allí?'. Pero tal vez ellos entendieron que podrían estar fácilmente en el lugar de él".
En las últimas semanas, he tenido numerosas conversaciones sobre si hay algún beneficio en compartir estas imágenes en las redes sociales.
Laëtitia Kandolo, nacida en París, es una mujer negra de 28 años cuya familia proviene de la República Democrática del Congo.
Al principio le costó ver el video de George Floyd.
"Había tantas emociones que procesar. Pero un par de horas después, cuando el asunto estaba empezando a explotar, volví a mirar. Él estaba completamente indefenso y me sentí identificada con la impotencia".
"Tenemos que encontrar una manera de pedir cuentas a los racistas", dice Laëtitia.
"Si estos videos hacen que aquellos que tienen privilegio por su color de piel se detengan y piensen, que así sea".
"Es importante recordar que (los blancos) ven el video, mientras que nosotros lo vivimos, esta es nuestra realidad", agrega.
Para muchas personas negras, ver este video compartido por personas no negras plantea la cuestión de la autenticidad.
¿Qué le aportas a la conversación?”
Nia, de Estados Unidos, es escéptica sobre el apoyo que ve online, si cuestiones más profundas como el privilegio blanco y el racismo institucional no son abordadas.
"He visto a muchas celebridades blancas compartiendo publicaciones que otros ya han hecho, lo que creo que es algo artificial", dijo.
También ha visto personas que realmente quieren apoyar, lo cual aprecia.
Pero dice que no va a "aplaudir a un pez por nadar".
"Quiero saber cómo te sientes, qué piensas como individuo o qué aportas a la conversación. Hemos normalizado el pensamiento de que compartir una publicación, un video o retuitear es mostrar apoyo... Estamos más allá de eso ahora".
Trabajar más duro
Cuando las personas negras se topan con esos videos, inevitablemente se ven a sí mismos, a sus familias y a sus antepasados, detrás de un hashtag.
"Solía trotar mucho por la noche cuando salió el video de Ahmaud", contó Toni.
"Me di cuenta de la alta probabilidad de que alguien pudiera verme corriendo y simplemente llamar a la policía bajo la suposición de que me estaba escapando de una escena del crimen. Todavía creo que si estuviera en Estados Unidos, podría haber sido él".
"Toda persona negra tiene un momento", dijo Laëtitia, "cuando se da cuenta de que es negro y de lo que eso significa para el mundo en general".
Para ella, fue una conversación que tuvo con su padre cuando tenía 18 años y quería ir a la escuela de moda.
"Me dijo: 'Eres negra y como una persona negra en una esfera artística tendrás dificultades, tendrás que trabajar más duro que todos los demás para ser vista'. Me sentí aplastada. Lloré "
“Su historia también es mi historia”
Las personas negras de todo el mundo saben muy bien que la experiencia del racismo abarca desde los extremos hasta microagresiones diarias, todas enraizadas en la misma historia.
En mi caso, como africana criada en el multicultural este de Londres, al principio me sentí un poco protegida del racismo descarado.
Pero una vez que ingresé a la universidad para estudiar periodismo, tuve que lidiar con el "mundo real".
Mi afro se convirtió en un tema de conversación.
Pasó de "cabello rebelde" a "melena" y luego a que me dijeran que tenía el "pelo malo", lo que podría obstaculizar mi carrera.
El trauma que desencadenan los videos e imágenes racistas en las personas negras está relacionado con muchos de esos recuerdos, ya sean personales o colectivamente compartidos.
"Creo que nos estamos dando cuenta ahora más que nunca de que la historia de George Floyd también es mi historia. Estamos conectados y somos parte de una historia más amplia", dijo Laëtitia.
"Estas imágenes tienen un significado y un peso histórico para los negros; desde imágenes de linchamientos hasta las mutilaciones de manos en el Congo belga, estas imágenes son traumáticas. Han estado tratando de matarnos, pero todavía estamos aquí luchando por vivir".
No obstante, estas imágenes pueden terminar siendo agobiantes para algunas personas negras, hasta el punto de dañar su salud mental.
He sentido la abrumadora presión de leer, compartir, publicar e interactuar activamente con todo lo que aparece en mis redes sociales del último hashtag sobre un asesinato racista, hasta que apareció el video de George Floyd, allí hice un esfuerzo consciente para protegerme.
“Tu salud mental es tu prioridad”
Toni dijo que también sintió la necesidad de encontrar un equilibrio entre entablar conversaciones sobre el racismo y proteger su salud mental.
"Es necesario asegurarse de que George Floyd no sea olvidado", afirmó.
"Le he estado diciendo esto a otras personas negras, que no deberían sentirse presionadas, como que tienen que ver estas imágenes o compartirlas. Tu salud mental es tu prioridad".
"No es una cuestión de negro contra blanco, es una cuestión de humanidad. Creo que el cambio solo puede ocurrir cuando deja de ser ‘el problema de ellos’ y se convierte en 'nuestro’ problema".