Washington.— El general retirado Lloyd Austin fue confirmado ayer como secretario de Defensa de Estados Unidos, convirtiéndose en el primer afroestadounidense en dirigir el Pentágono.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agradeció al Senado por la rápida confirmación. “No hay duda de que es la persona adecuada para dirigir del Departamento de Defensa en este momento”, tuiteó.

Austin, de 67 años, es el segundo miembro de la administración Biden en recibir luz verde del Senado, después de la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.

“Es un honor y un privilegio servir como el 28 secretario de Defensa de nuestro país, y estoy especialmente orgulloso de ser el primer afroestadounidense en ocupar el cargo. Vamos a trabajar”, tuiteó inmediatamente Austin, quien fue recibido afuera del Pentágono con un codazo por parte del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, antes de dirigirse al interior para prestar juramento y comenzar su primer día.

Por la tarde, habló con el secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.

El nombramiento del general del Ejército, que luchó en Irak y Afganistán antes de convertirse en el primer hombre de color en liderar el Comando Central del Ejército de Estados Unidos (Cent- com), fue aprobado en el Senado por 93 votos a favor y dos en contra. El día anterior, las dos cámaras del Congreso habían otorgado una exención al general retirado desde 2016, ya que las regulaciones vigentes estipulan que un exmilitar debe estar retirado por más de siete años para convertirse en secretario de Defensa. Desde la adopción en 1947 de esta norma destinada a asegurar un estrecho control civil sobre las fuerzas armadas, sólo se habían aprobado dos exenciones: la primera, en 1950, para George Marshall, que acababa de implementar su plan homónimo para reconstruir Europa, y la segunda para Jim Mattis, en 2016.

Austin se comprometió a luchar contra el extremismo en las fuerzas armadas de Estados Unidos. También se comprometió a hacer de la lucha contra la pandemia su primera prioridad.

Además, dijo que otra sería garantizar que los empleados del Departamento de Defensa tengan “un ambiente de trabajo libre de discriminación, odio y acoso”.

Ordenan investigar el extremismo

Además, Biden ordenó a su equipo llevar a cabo un “análisis exhaustivo de las amenazas” que presenta el extremismo violento a nivel interno en Estados Unidos, tras el asalto al Capitolio por parte de seguidores radicales del exmandatario Donald Trump.

“El asalto al Capitolio del 6 de enero y las trágicas muertes y destrucción que ocasionó han demostrado lo que ya sabíamos: el ascenso del extremismo violento a nivel nacional es una amenaza de seguridad nacional grave y creciente”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

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