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Brooklyn, Nueva York .- Oficiales, capitanes, comandantes… los sobornos del cártel de Sinaloa alcanzaron todos los niveles en las instituciones del Estado mexicano. Eso se destapa del testimonio que dio este miércoles el narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, mejor conocido como “ El Futbolista ”, en el juicio contra el exsecretario mexicano de Seguridad, Genaro García Luna .
Cuestionado por la fiscalía sobre cómo era que las operaciones del cártel, en la época en que García Luna era el secretario de Seguridad, Tirso dijo que una parte del éxito era que el cártel tenía de su lado, gracias a los sobornos , a todo tipo de funcionarios de seguridad.
Contó que en una conversación con quien identificó con “El Tostado”, le preguntó si se sentía seguro, si realmente estaban protegidos. “El Tostado” le respondió con una declaración que, le dijo, venía directamente de Ismael “El Mayo” Zambada : “Están hechos todos los arreglos con la federal, con la militar y la judicial”.
Tirso habló de tres oficiales a los que pagó sobornos. Ninguno fue identificado por su nombre. Uno era un oficial que estaba en una caseta de cobro en León, Guanajuato. A él se le pagaba entre 20 y 25 mil dólares mensuales para que dejara pasar la droga, según el testigo.
El segundo era un capitán en Chiapas, conocido como “El Capi”. A é se le pagaban, una o dos veces mensualmente, dependiendo del volumen del envío, entre 100 y 200 mil dólares para que protegiera la droga y evitara que fuera confiscada .
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Revelán operación del tráfico de drogas
El tercero era un comandante en Guadalajara, conocido como “El Jaguarcito”. El cártel le pagaba de 100 a 200 mil dólares, una o dos veces al mes, a cambio de que permitiera movilizar la droga entre la Ciudad de México y Guadalajara, sobre todo por carretera.
Tirso contó un poco cómo era la operación de tráfico de drogas a Estados Unidos de un narco “menor”, como él. Estimó que cuando la operación estaba a plenitud, alcanzaba una o dos veces al mes un nivel de ganancias de 35 millones de dólares , sin contar gastos, entre 2000 y 2003.
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La cocaína que traficaba venía en lanchas rápidas que venía de Colombia a México y de ahí a Estados Unidos. Pero sus ingresos, explicó, por más grandes que puedan parecer, representan alrededor de un 5% de lo que ganaban otros jefes del cártel de Sinaloa.
Apodado “El Futbolista” porque fue dueño de cuatro equipos de Futbol, incluyendo el de los Gallos Blancos de Querétaro , Tirso explicó que se gastaba el dinero en fiestas, que se compró un avión, autos y propiedades además de los equipos de futbol.
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