Austin, Texas.— El acceso al método de aborto más utilizado en Estados Unidos se sumió en la incertidumbre ayer, luego de fallos judiciales contradictorios sobre la legalidad del medicamento abortivo mifepristona que ha estado ampliamente disponible durante más de 20 años.
Por ahora, el fármaco que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó en 2000 sigue estando disponible al menos de inmediato tras los fallos separados emitidos con minutos de diferencia por jueces federales en Texas y Washington.
Nueva York continuará facilitando el aborto con medicamentos, aseguró la gobernadora Kathy Hochul. Le corresponderá a la Corte Suprema, cuya composición fue reformulada por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) durante su mandato y con mayoría conservadora, aclarar la situación.
El juez federal de distrito Matthew Kaczmaryk, designado por Trump, ordenó suspender la aprobación federal de la mifepristona, pero esa decisión fue seguida rápidamente por el juez federal de distrito Thomas O. Rice, designado por el exmandatario Barack Obama, que esencialmente ordenó lo contrario y ordenó a las autoridades estadounidenses que no hicieran muchos cambios que pudieran restringir el acceso a la droga.
El momento extraordinario de las órdenes reveló lo mucho que está en juego en torno a la droga un año después de que la Corte Suprema anulara Roe vs. Wade y redujera el acceso al aborto en todo el país. “La FDA tiene una orden que dice que no se puede hacer nada y otra que dice que en siete días voy a exigirle que anule la aprobación de la mifepristona”, dijo Glenn Cohen, de la Facultad de Derecho de Harvard.
El impacto inmediato del fallo de Kacsmaryk, que no entra en vigor de inmediato, no estaba claro. La píldora abortiva ha sido ampliamente utilizada en EU desde el año 2000 y esencialmente no hay precedente de que un juez solitario anule las decisiones médicas de la administración de Alimentos y Medicamentos. La mifepristona es uno de los dos medicamentos que se usan para el aborto con medicamentos en EU, junto con el misoprostol, que también se usa para tratar otras afecciones médicas.
Kacsmaryk, designado por la administración Trump en Amarillo, Texas, firmó una orden judicial ordenando a la FDA que suspenda la aprobación de la mifepristona, mientras continúa una demanda que cuestiona la seguridad y la aprobación del medicamento. Su orden de 67 páginas le dio al gobierno siete días para apelar.
“En pocas palabras, la FDA obstruyó la revisión judicial, hasta ahora”, escribió Kacsmaryk.
No fue tan lejos como querían los demandantes al retirar o suspender la aprobación del medicamento abortivo químico y eliminarlo de la lista de medicamentos aprobados. Pero puso una “suspensión” o espera en la aprobación de la droga.
Se espera que los abogados federales que representan a la FDA apelen rápidamente.
Las clínicas y los médicos que prescriben la combinación de dos medicamentos han dicho que si la mifepristona fuera retirada del mercado, cambiarían a usar sólo el segundo medicamento, el misoprostol.
Ese enfoque de un fármaco tiene una tasa de efectividad levemente más baja para interrumpir embarazos, pero se usa ampliamente en países donde la mifepristona es ilegal o no está disponible.
La demanda fue presentada por Alliance Defending Freedom, que también estuvo involucrada en el caso de Mississippi que llevó a la anulación de Roe vs. Wade. El núcleo de la demanda es la acusación de que la aprobación inicial de la mifepristona por parte de la FDA fue defectuosa porque no revisó adecuadamente sus riesgos de seguridad.
La suspensión de la píldora abortiva “amenaza los derechos de las mujeres” en EU, criticó la vicepresidenta Kamala Harris, en un comunicado.
El gobierno “está totalmente en desacuerdo con la decisión” del tribunal, explicó el fiscal general y secretario de Justicia, Merrick Garland, en un comunicado. “Apelará la decisión” y entretanto “pedirá una suspensión”, aseguró.
La ONG Planned Parenthood, uno de los mayores grupos dedicados a la salud reproductiva en Estados Unidos, condenó la “profundamente perjudicial” sentencia.